¿Para qué sirve Art Basel Cities?
Escrito por admin el 24 agosto, 2018
Por Alicia de Arteaga
Finalmente, tengo en mi correo la programación definitiva de Art Basel Cities enviada por Diego Radivoy, funcionario del gobierno de la Ciudad y mano derecha del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta en la puesta en marcha de este proyecto que sigue siendo un gran enigma. La semana del arte con la marca suiza en el orillo seráentre el 6 y el 12 de septiembre con 85 “activaciones” públicas.
Desde que fue fundada, hace más de 30 años, por el coleccionista helvético Ernst Beyeler, Art Basel ha multiplicado con creces su liderazgo, indiscutido en el mundo entero. Esta fama se ha ganado con dos argumentos imbatibles: calidad de la oferta y seriedad en la organización.
Tuve la suerte de participar como periodista en varias oportunidades y disfruté de la rigurosa precisión con que todo funciona. Como un relojito suizo. Bajo el mismo techo, en la messe de Basel, se exhiben (y están a la venta) cuadros de Picasso, esculturas de Giacometti, móviles de Saraceno, pinturas de Basquiat, instalaciones de Murakami… Lo mejor de cada casa.
El prestigio se extendió a Miami con la apertura de Art Basel Miami Beach, en el siglo XXI. La sucursal americana impulsó un cambio de imagen en la ciudad de las palmeras, campeona absoluta del shopping, al sumar una nueva estrella: el arte contemporáneo.
Todos los años, en diciembre, llegan a la Florida millonarios planetarios, coleccionistas exquisitos, curadores, directores de museos, artistas, galeristas, curiosos y figurettis para recorrer el Convention Center y toparse cara a cara con las celebrities del arte, caso Rosa de la Cruz, Jorge Pérez, Brad Pitt, Glenn Lowry, Mark Rosenthal o Ella Fontanals Cisneros. Nadie ha pintado mejor este escenario que Tom Wolfe en Bloody Miami, recomiendo su lectura.
Esas luces de bohemia seguramente encandilaron a las autoridades del gobierno porteño, que dos años atrás sellaron el acuerdo para hacer de Buenos Aires el primer destino del programa llamado Art Basel Cities. Me preguntaron en varias oportunidades cuánto gastó BA en este acuerdo y la verdad es que no tengo la respuesta.
Del mismo modo que tampoco se sabe a ciencia cierta para qué sirve, cuando tantas urgencias reclaman a diario desde la inmediata realidad.
Más alla del gasto, que algún bien informado estima, mínimo, en una cifra de seis ceros en dólares, ¿Cuál es el beneficio? ¿Qué suma esta movida, similar, hasta en el nombre, a los Gallery Nights, solo que ampliado el recorrido en la geografía de la ciudad hacia otras fronteras, y centrado en un puñado de galerías que sintonizan con la organización?
Los artistas de esta Rayuela, como ha bautizado la curadora (contratada) Cecilia Alemani al juego de desplazamientos por la ciudad, integran el staff de las galerías participantes, salvo contadas excepciones. Del mismo modo que los actores principales de las entrevistas son conocidos de siempre. Estuve presente días pasados en la convocatoria hecha por Art Basel Cities a un primer encuentro en casa de Victoria Ocampo, en Barrio Parque. Conté con suerte en la audiencia unas diez o quince personas. Insólito.
Queda por definir el efecto de “la cereza del postre”, esto es la visita de un grupo de coleccionistas y visitantes del mundo del arte, entre influencers y taste makers, que colocarán a Buenos Aires en el mapa y a nuestros artistas en la mira de compradores, curadores, directores del museos y dealers. Mientras tanto, sigue faltando, quizás ocurra antes del próximo 6, una rueda de prensa con preguntas y respuestas, entre gente de Cultura de la Ciudad, representantes de Art Basel, la curadora Cecilia Alemani, cuyos pergaminos y prestigio nadie discute, y la prensa especializada.
Saber, por ejemplo, cuánto le costó a la Ciudad esta Rayuela y quienes serán los beneficiados de la misma. La relación costo-beneficio, en palabras claras y números concretos. Y no es un juego.