A otra parte
Escrito por admin el 25 agosto, 2018
Un decreto ley aprobado por el Gobierno español da luz verde al inicio del procedimiento legal para poder retirar el cuerpo del dictador Francisco Franco del mausoleo, donde yacen los restos tanto de combatientes franquistas como de republicanos.
“La España democrática no es compatible con una tumba de Estado en la que se sigue exaltando la figura de Franco.” Así justificó la Vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, la decisión del Ejecutivo de iniciar los procedimientos legales con el fin de exhumar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.
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Rueda de prensa posterior al #CMin. https://t.co/LzChrYKPU4— La Moncloa (@desdelamoncloa) August 24, 2018
Reunido en Consejo de Ministros, el Gobierno aprobó este viernes un decreto ley por el que se reforma la Ley de Memoria Histórica de España de 2007 en la que se añade la urgencia de exhumar al Caudillo. La siguiente etapa será el voto que tendrá lugar en las próximas semanas en el Congreso de los Diputados, donde se prevé que se consiga la mayoría simple necesaria. El único partido que votará en contra es el conservador Partido Popular; la centroderecha, representará pro el partido Ciudadanos, se abstendrá.
La familia del dictador se ha opuesto a la medida. Ahora dispone de 15 días para decidir si quieren recurrir aunque no podrán actuar jurídicamente contra el decreto.
Se trata de un complicado y delicado proceso, ya que la Memoria Histórica española ha dividido durante décadas a una parte de la sociedad española. Es también una de las promesas de Pedro Sánchez al jurar su cargo como presidente del Gobierno español el pasado mes de junio. El Gobierno considera que “un dictador no puede tener una tumba de Estado en una democracia consolidada como la española. Es incompatible”.
El Valle de los Caídos puede calificarse como el monumento más polémico de España. Construido a petición del propio Francisco Franco para inmortalizar su victoria en la Guerra civil española (1936-1939), el complejo sirve como yacimiento de los restos del propio dictador, del fundador del partido fascista Falange, José Antonio Primo de Rivera y de unos 27.000 combatienes franquistas, lo que convierte al enclave como un lugar de culto a la dictadura franquista (1939-1975). Sin embargo, unos 10.000 cuerpos de opositores republicanos fueron trasladados al mausoleo, sin el consentimiento de sus familias, para que la denominación de caídos (en la guerra) tuviera sentido. Una auténtica farsa para algunos historiadores y un insulto para las familias de las víctimas.
Según Miguel Ángel Capapé, Director de la Asociación por la Recuperación e Investigación contra el Olvido, “el Valle de los Caídos no es un cementerio ya que los cuerpos del bando republicano que hay allí fueron robados de las cunetas y de las fosas comunes para ser introducidos ilegalmente. Nosotros no reconocemos eso como un cementerio y por eso reclamamos que los cadáveres sean devueltos a sus lugares de origen”.
¿Monumento de la reconciliación?
El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, pretende inspirarse en los campos de concentración nazis en Alemania para convertir el Valle de los Caídos en un lugar de “reconciliación” y de “memoria”. No obstante, esta pretensión suscita debate, ya que para muchos españoles, la particularidad del complejo no puede representar una auténtica reconciliación entre “las dos Españas”.
Para el historiador y profesor de Historia en la Universidad CEU San Pablo Charles Powell, “una vez el cuerpo de Franco sea exhumado, el Valle de los Caídos podría convertirse en un espacio para la memoria, pero eso tiene que tener un aspecto pedagógico importante para que la gente conozca exactamente la historia del lugar”.
Hacia una nueva memoria histórica
La decisión del Gobierno de exhumar los restos del Generalísimo forma parte de la propuesta presentada el pasado mes de julio para reformar la ley vigente de Memoria Histórica. Otros objetivos de la nueva ley serían impulsar las exhumaciones de los desaparecidos durante la guerra civil española y la dictadura franquista, ya que España es el segundo país del mundo en número de desaparecidos después de Camboya. El Gobierno también baraja ilegalizar las organizaciones de apología al franquismo, y sancionar la simbología franquista. Un paso adelante hacia una nueva memoria histórica española.
RFI