Ana: – Mi amor, deja cerrado con llave cuando te vas, ¿sí?
Luis.- ¿Cuándo dejé abierto?
Ana:- No te lo estoy recriminando, te lo estoy recordando… en estos tiempos de inseguridad…
Luis:- No hace falta que me repitas diez mil veces las cosas, si alguna vez la dejo abierta bueno, pero si no… No entiendo la necesidad de repetir todo
Ana:- Y chequea el gas…
Luis:- Ya lo chequeé dos veces… dos… no me hagas dudar
Ana:- Bueno, la tercera es la vencida… además, si llega a pasar algo… puedes causar un problema no solo para nosotros, sino para el edificio…. y lo peor… no vamos a estar…
Luis:- Bueno… voy a chequearlo de nuevo
Ana:- Es precaución Luis… nada más
Luis;- Y nada menos… ¿Algo más que quieras decirme? ¿Me vas a dejar leer en paz?
Ana:- Bueno…
Luis:- ¿Bueno qué?
Ana:- Y….
Luis:- ¿Y?….
Ana:- Luis, ¿es necesario que te lo diga?… de verdad
Luis:- Cuando te ponés enigmática, me molesta
Ana:- Al fin lo dijiste. Te molesta o… te molesto…
Luis:- Vos entendés lo que querés…
Luis:- Bueno sí, me cansé de vos. De tu compañía, de tu voz constante sobre mí, de tus órdenes. No puedo ni leer en paz. Al principio, tenerte en mi cabeza todo el tiempo me alejaba de la soledad.
Ana:- Luis, vos no entendés nada… yo vine para quedarme… ya lo hablamos… es más… Vos sos el que no me deja ir… ¿te acordás la otra noche?
Luis:- Sí, te dije que no podía vivir sin vos, lo sé… pero estaba angustiado… desesperado. No podía mediar con mi cabeza y pensé cosas equivocadas…
Ana:- Así que este… es el fin
Luis:- Sí Ana… No puedo estar prendiendo y apagando las luces del living cincuenta veces porque alguien va a morir o bajar en pisos pares en el ascensor para que no me agarre covid
Ana:- Es por tu bien… y por el de la sociedad… o ¿acaso quieres hacerle daño a alguien?
Luis:- Ana sabés que antes de hacerle daño a alguien, me lo hago yo. Cuantas veces me quemé la yema de los dedos en la sartén o me rasqué hasta lastimarme.
Ana:- Nadie te lo…
Luis:- Nadie… Nadie y todos… Por nadie y por todos… pero nunca por mí…
Ana:- Esas pastillas que empezaste a tomar te están haciendo daño Luis… te sacan de la realidad. Te alejan de mí…. de nosotros… juntos podemos todo…
Luis:- Basta Ana… hoy sos vos… pero mañana cuando te vayas es Juan… es mi viejo… es mi maestra de segundo grado
Ana:- No me compares con tu maestra… yo jamás te haría el daño que ella te hizo. No podría ni imaginarlo… un niño… Y esto ¿lo descubriste con tu terapeuta? Desde la primera sesión quiso alejarnos
Luis:- Ana…
Ana:- Luis…
Luis:- Ana… es hora de que lo sepas… sos una construcción de mi inconsciente… sos parte de mi enfermedad… sos parte de mis pensamientos y obsesiones no deseadas. Cada vez que intento ignorarte o detenerte, solo aumento mi sufrimiento emocional y mi ansiedad. No quería aceptarlo… nunca necesité ayuda psicológica… pero esto no me está dejando avanzar con mi vida
Creo que ya lo sabía… en el fondo… si no se puede ser feliz… es porque la ecuación no da bien. Y yo mucho tiempo creí que nunca iba a poder resolver la incógnita…
Ana:- No puedo pensar en una vida sin vos Luis…
Luis:- Confieso que saberte en mi vida me generaba algo… no sé si bueno o malo… pero algo… que ya no tendré cuando te vayas
Ana:- ¿Y no me puedo quedar? Prometo estar en silencio…
Luis:- Eso es imposible… es lo único que sabes hacer, hablar… no tenés manos, pies, cara… solo tenés voz
Ana:- Aun así puedo seguir cuidándote de los peligros y solo hablar cuando sea necesario
Luis:- No lo hagas más difícil… Ana… es hora… necesito que te vayas de mí para siempre.
Ana:- No me hagas esto… Luis… yo me acostumbré a vos… a nuestros paseos en bici… a nuestros viajes en subte…
Luis:- Ana, por favor…
Ana:- Esta agonía es insoportable… ¿por qué me sometes a este duelo?
Luis:- No estás perdiendo nada… y yo estoy ganando mi libertad…
Ana:- Nos prometim (baja el volumen de voz hasta desaparecer) os una vida junt…..
Luis:- ¿Ana?
Luis agarra su libro y continúa leyendo… Ana se fue.