Se estrena el nuevo kilo
Escrito por Jorge Cabrera el 20 mayo, 2019
A partir de hoy entra en vigor la nueva definición del kilo, reemplazando la referencia del siglo 19, que había empezado a “adelgazar”. Aunque no cambie nada a la hora de hacer las compras en la verdulería, se trata de una modificación crucial para el desarrollo tecnológico.
El kilo ya no es lo que era. A partir de hoy, al hablar de esta unidad de peso, no nos referiremos a un objeto físico, el cilindro metálico llamado “Gran K”, que duerme desde 1889 en la Oficina Internacional de Pesos y Medidas de Francia.
Desde este 20 de mayo, entra en vigor una nueva definición decidida en noviembre en Versalles, cerca de París, por la Conferencia general de pesos y medidas (CGPM), un organismo creado a finales del siglo XIX y que se reúne cada cuatro o seis años.
Entonces, los representantes de 60 países tomaron entonces “una decisión histórica” a favor de una nueva definición del Sistema internacional de unidades (SI), lo que comporta modificar la definición mundial del kilogramo así como del amperio, el kelvin y el mol.
Los científicos constataron que la masa de este prototipo internacional había variado, de forma muy ligera, en comparación con otras seis copias realizadas a finales del siglo XIX de este mismo cilindro, compuesto a través de platino e iridio.
La variación del peso de la “Gran K” resultaría anecdótica para la mayoría de las personas, pero suponía un problema para la ciencia y la industria inmersas en la era de lo increíblemente minúsculo, sobre todo gracias al desarrollo de la tecnología cuántica.
El kilogramo se derivará desde este lunes a partir de la constante de Planck (h), una constante fundamental de la física cuántica. El kelvin, medido hasta ahora a través del agua, será definido a través de la constante de Boltzmann (k), una unidad relacionada con la agitación térmica de las partículas de un cuerpo.
El amperio se medirá a partir de la carga elemental (e), la carga eléctrica de un protón, y el mol, una unidad utilizada sobre todo en la química, dependerá directamente de la constante de Avogadro (NA).
En cuanto a lo que se refiere a la vida cotidiana, la balanza de la verdulería o la carnicería siguen siendo de fiar.