Merecido reconocimiento
Escrito por Jorge Cabrera el 24 abril, 2019
La poeta uruguaya Ida Vitale recibió el Premio Cervantes y reivindicó El Quijote en una ceremonia que presidieron los reyes de España en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.
La poeta, de 95 años, ofreció una irónica disculpa durante su discurso por una afirmación del autor del Quijote respecto al oficio de la poesía, a la que ella ha dedicado toda su vida: «No hay poeta que no sea arrogante y piense de sí que es el mayor poeta del mundo. Cervantes no imaginó jamás que ese género femenino al que se consideraba por oficio llamado a honrar y defender, pudiera caer en tan osada pretensión. Y en eso, estoy segura que acertó».
El discurso de Vitale ha seguido el modelo habitual del género: homenaje a sus precursores, Cervantes, Garcilaso, Baudelaire, vindicación de la lengua española -rejuvenecida y revitalizada en la orilla americana- breve exégesis biográfica y agradecimientos. En su defensa de la poesía en el personaje de Cervantes sostuvo: «muchas veces lo que llamamos locura del Quijote podría ser visto como irrupción de un frenesí poético, no subrayado como tal por Cervantes, un novelista que tuvo a la poesía por su principal respeto».
Vitale, referente para poetas de todas las generaciones, es la quinta mujer premiada con el Cervantes, un galardón dotado con 125.000 euros, que le fue otorgado por su trayectoria poética e intelectual. La poeta uruguaya recordó en su discurso cómo llegó a Cervantes en su Montevideo natal y se declaró agradecida y emocionada por recibir este galardón que, dijo, le ha llegado tarde: «Mi devoción cervantina carece de todo misterio. Mis lecturas del Quijote, con excepción de la determinada por los programas del liceo, fueron libres y tardías».
La poeta fue acompañada de su hija, la arquitecta Amparo Rama, y de dos de sus nietas, Emilia y Nuria.