24 de abril
Escrito por Jorge Cabrera el 24 abril, 2019
El 24 de abril se conmemora el genocidio armenio, la deportación forzosa e intento extinguir la raza armenia en el que un número indeterminado de civiles, calculado entre un millón y medio y dos millones de personas, serían perseguidos y asesinados por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio otomano, desde 1915 hasta 1923.
Se caracterizó por su brutalidad en las masacres y la utilización de marchas forzadas con las deportaciones en condiciones extremas, que por lo general llevaba a la muerte a muchos de los deportados. Otros grupos étnicos cristianos fueron masacrados por el Imperio otomano durante este periodo, entre ellos los asirios y los griegos pónticos. Algunos historiadores consideran que estos actos fueron parte de la misma política genocida. Muchas comunidades de la diáspora armenia alrededor del mundo llegaron a formarse como resultado directo del genocidio.
El comienzo del genocidio se conmemora el 24 de abril por haber sido el día en 1915 en que las autoridades otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul. En los días siguientes, la cifra de detenidos ascendió a 600. Una orden del gobierno central estipularía la deportación de toda la población armenia, que no contaba con los medios para su subsistencia. La marcha forzada de los armenios por cientos de kilómetros, que atravesó zonas desérticas, provocó que la mayor parte de los deportados pereciera víctima del hambre, la sed y las privaciones, a la vez que los sobrevivientes eran robados y violados por los gendarmes que debían protegerlos, con frecuencia acompañados por bandas de asesinos y bandoleros.
Aunque el gobierno de la República de Turquía, sucesora del Imperio otomano, no niega que las masacres de civiles armenios ocurrieron, no admite que se trató de un genocidio y sostiene que las muertes no fueron el resultado de un plan de exterminio masivo, sistemático y premeditado dispuesto por el Estado otomano, sino que se debieron a las luchas interétnicas, las enfermedades y el hambre durante el confuso período de la Primera Guerra Mundial. A pesar de esta tesis, casi todos los estudiosos —incluso algunos turcos— opinan que los hechos encajan en la definición actual de genocidio.
Se lo considera el primer genocidio moderno y es el segundo caso de genocidio más estudiado, después del Holocausto. Hasta 2017, veintiocho países han reconocido el genocidio, entre otros Alemania, Rusia y Estados Unidos.