fbpx

Los otros rostros de Nicaragua en Montevideo

Escrito por el 23 mayo, 2024

La exposición presenta una treintena de máscaras de la Colección Claudio Rama, destacando la diversidad cultural del país. De lunes a sábados los espera nuestra exposición temporal, que forma parte de un conjunto de objetos de diferentes regiones de América Latina. La colección de Claudio Rama ya supera las 900 piezas y se presenta en forma regular en el MAPI. La primera pieza de la colección la compró en México en la segunda mitad de los años 70 y desde el 2010, año en que Claudio Rama se reinstaló en Montevideo, se focalizó en la construcción de la colección con una mayor intensidad en la investigación etnográfica. Así fue como, poco a poco, el crecimiento del número de máscaras fue obligándolo a establecer las condiciones locativas y logísticas acordes a esa expansión cada vez más contundente hasta llegar a las más de 900 piezas que posee hoy día y a la suscripción de un acuerdo con el museo para su exhibición.

El actual territorio de Nicaragua, al llegar los españoles, tenía varias lenguas (Nahuatl, Chorotega, Nahoa) y varios tipos de población y creencias religiosas. Desde entonces, se produjo, como en toda América Latina un fuerte proceso de evangelización, transculturización e inmigración que fue altamente diferenciado entre la costa Pacífica, más de influencia española y la Costa Atlántica con influencias caribeñas. Hay relativamente aún dos Nicaraguas diferenciadas en lo cultural y social. Esta muestra se limita a algunas expresiones mascareras del área del Pacífico., con un particular sincretismo cultural con raíz cristiana.
Las manifestaciones de danzas con máscaras muestran una presencia de fiestas gestadas en la evangelización y la resistencia, con originales expresiones teatrales como el Baile del Güegüense o del Macho Ratón, reconocido como la primera pieza de teatro colonial de resistencia, así como de otras como la Danza del Gigante y la Danza de los Mantudos. Otra línea de expresiones de fuerte impulso de la sociedad de los doctores del siglo XIX, como la Danza de los Diablitos y la Danza del Viejo y la Vieja, expresan tanto lo popular como lo elitista en los temas, y a la vez el desenfreno liberal. Ellas se manifiestan fundamentalmente en fiestas religiosas como la de San Sebastián.

El embajador de Nicaragua Licio Gelli, el coleccionista Claudio Rama, y cuerpo diplomático en la apertura de la exposición

Encontramos también una expresión de las culturas inmigrantes, en este caso de las Danzas Gitanas o Húngaras, conocidas también como el baile de las ”Aparecidas”, por su carácter misterioso de aparecer de repente en las fiestas populares, al no saberse bien como llegaron a Nicaragua. Esta presencia de la cultura de los gitanos, estuvo extinta y fue recuperada en las últimas décadas. Finalmente encontramos una destaca manifestación, vista como expresión del nahualismo y de los mitos y tradiciones populares como la Procesión de los Agüizotes. Esta tradición la encontramos en varios países centroamericanos, y con fuerza también en Costa Rica.
En 1880, Rubén Darío describió esta fiesta en su poema «El Güegüense» y muestra a los agüizotes como personajes fantasmagóricos que recorren las calles de Masaya asustando a los espectadores. En el siglo XX, la fiesta de los agüizotes ganó popularidad, y en 1961, fue declarada patrimonio cultural de Nicaragua.

 

 


Canción actual

Título

Artista

Background