El diario del ganador
Escrito por admin el 29 octubre, 2018
Apuñalado en setiembre de este año, Jair Bolsonaro se ha convertido en el Presidente más radical y de extrema derecha de América Latina. Exmilitar, declarado a favor de las dictaduras en lugar de las democracias irresponsables, contrario al enfoque de género y las libertades homosexuales, detractor del Acuerdo de París entre otras caracteríscticas. El discurso de Bolsonaro supo capitalizar la indignación de los brasileños frente a los actos de corrupción de los últimos gobernantes.
El evangélico Jair Bolsonaro es la versión brasileña del fenómeno del populismo de derecha global ha ganado las elecciones con un 55% de preferencias. El escenario de Brasil y de América Latina cambiará sin duda con este viraje a la extrema derecha. Pero, ¿quién es Jair Bolsonaro, el exmilitar que logró convencer a la mayoría de brasileños descontentos?
Un soldado de «trato agresivo, ambicioso e irracional»
Desde el inicio de su carrera en el Ejéricto fue un personaje polémico. En 1986 y sin el permiso de sus superiores, escribió un artículo criticando los bajos salarios de los soldados. A pesar del proceso disciplinario seguido en su contra, el joven Bolsonaro no se quedó tranquilo y un año después se hizo conocido por colocar artefactos explosivos de bajo impacto en cuarteles como medida de protesta por los salarios. Un informe publicado por el diario Folha de Sao Paulo mostró documentos internos del Ejército en el que se le describía como “trato agresivo, ambicioso e irracional”.
Otro de sus mandos militares lo califica como alguien con “una excesiva ambición de realizarse financiera y económicamente”, según el informe confidencial.
Un diputado a favor de la dictadura
Con el apoyo de un sector de las Fuerzas Armadas, Bolsonaro se convirtió en diputado por Río de Janeiro en 1990. Sin embargo, a pesar de los 27 años que conservó este cargo, su impacto como diputado fue bajo. De los 170 proyectos presentados solo dos se convirtieron en ley.
Además, Bolsonaro se ha paseado por casi una decena de partidos políticos para asegurar su permanencia en el Congreso de Brasil. Empezó en el Partido Demócrata Cristiano. Después fue afiliado en el PPR – Partido Progresista Reformador, en el PPB-Partido Progresista, en el PTB-Partido Laborista Brasileño, en el PFL-Partido del Frente Liberal , en el PP-Partido Progresista, en el PSC-Partido Social Cristiano y desde julio de 2017 integra el PEN-Partido Ecológico Nacional. Para las elecciones presidenciales de Brasil 2018, se presentó con el Partido Social Liberal.
Si bien sus proyectos no tuvieron un gran impacto, sus declaraciones radicales sí lograron incendiar la pradera muchas veces. En 1993, desde el podio de la Cámara de Diputados de Brasil, se declaró a favor de la dictadura militar que gobernó el país desde 1960 hasta 1985:
«Jamás resolveremos los graves problemas nacionales con esta democracia irresponsable».
Jair Bolsonaro
En esa misma época, se mostró a favor del gobierno de Alberto Fujimori en Perú quien ya había cerrado el Congreso y sacado a los militares a las calles. Bolsonaro era partidario del cierre del Congreso en Brasil para hacer frente a la corrupción y a la hiperinflación en el país.
En 1999, en una entrevista para el programa Cámara Abierta fue aún más lejos:
«Estoy a favor de la tortura y tú lo sabes. Y el pueblo también está a favor»
Jair Bolsonaro
En 2015, repitió los elogios contra la dictadura de aquellos años:
«¡Qué época maravillosa! Usted podía caminar por la calle con seguridad. Su familia era respetada y el policía era policía».
Jair Bolsonaro
Un año después, declaró para la radio Jovem Pan.
«El error de la dictadura fue torturar y no matar»
Jair Bolsonaro
Pensamiento homofóbico y racista
Pero su posición respecto a la tortura y la dictadura no fue la única controversial. Su pensamiento respecto a las libertades sexuales, a la diversidad racial se orienta también en el mismo sentido:
En 2011, en una entrevista publicada por la revista Playboy, afirmó que sería «incapaz de amar a un hijo homosexual» y que preferiría que de ser así «muriera en un accidente».
En 2015, Bolsonaro fue multado por haber declarado a un periódico que la congresista Maria do Rosario «no merece ser violada: ella es muy fea».
En 2017 su discurso de odio frente a las reservas indígenas y a otros grupos étnicos le valió una condena judicial por daños morales colectivos y a la población negra en general:
Afirmó que de llegar a ser Presidente acabaría con las reservas indígenas y las «quilombolas» (palenques, asentamientos en los que se refugiaban los esclavos rebeldes en Brasil y en las que ahora viven sus descendientes) porque obstaculizan la economía.
En referencia a los residentes de los quilombolas (principalmente afrodescendientes), Bolsonaro aseguró que «no sirven ni para procrear».
Pese a estos discursos homófobos, machistas y racistas, la mayoría brasileña prefirió un cambio de discurso que le asegurara un fin a los problemas de inseguridad y corrupción. El rechazo al Partido de los Trabajadores que gobernó 13 de los últimos 15 años ayudó a polarizar el escenario en Brasil, entre una extrema derecha y la izquierda de siempre.
Otro factor que contribuyó a la polarización fue el veto judicial a la candidatura delexpresidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT), quien está cumpliendo condena de cárcel por corrupción. Sin Lula como candidato, Bolsonaro comenzó la campaña con una amplia ventaja en los sondeos. Y en la primera vuelta, obtuvo un 46,03% de apoyo, seguido por Haddad con 29,28%.
En el siguiente Noticias de América, Alfredo Valladao, catedrático del Instituto de Estudios Políticos en París, explica la situación actual de Brasil y los impactos del triunfo de la extrema derecha en Brasil.
RFI