Un día como cualquier otro:
Todo empezó de casualidad como comienzan las cosas a las que uno no les presta la atención suficiente para descubrir la causalidad. Yo tenia en mente una biblioteca con un estilo distinto que reflejara la transición entre el taller y el living de mi casa.
En un periplo de navegación seca ( por internet…) encontré algo que cumplía con mis criterios, un modelo hecho con caños y estantes de madera. Como buen entusiasta del hágalo Ud. mismo y gracias al Corona virus que me regalo un tiempo del que yo jamas me habría animado a disponer, me dirigí a la Biblia de YouTube a aprender el oficio de carpintero y ebanista por iPhone. Con la receta y la lista de ïngredientes” a la mejor tradición de Doñan Petrona C. de Gandulfo, hice mi entrada a Home Depot donde realmente comienza esta historia.
Enfrentado a la interminable sección ¨maderas¨ y con la cabeza hecha un moñito decodificando el sistema de medidas anglosajón, finalmente llegue al sector tablones, En mi imaginario el roble era la única madera aceptable, para una biblioteca “a su nivel” como la propaganda de Claudia Sanchez, jóvenes abstenerse… Sorprendentemente los precios que mostraban las etiquetas eran más que razonables ; obvio, esto es para mí, pensé.
A punto de cargar más de media docena de tablones de casi seis metros de largo cada uno el destino piadoso me cruzó con un empleado de la sección despacho. El hombre, un amable centroamericano presumiblemente portorriqueño cuyo impecable Inglés no lograba ocultar su procedencia, al verme adicionar más y más tablones de roble al carrito me preguntó si yo sabía que en el caso del roble el precio del ticket, algo de doce dólares, no era por tablón sino por pulgada. Con el alma por los pies y las pulsaciones arriba de cien pensé “para esto me devané los sesos buscando las equivalencias del sistema métrico”? con ese precio sea por centímetro, milímetro o pulgada el costo de la biblioteca comenzaba a competir con el de un auto.!
Tablón querido:
Chau fantasías con Claudia Sanchez, mi cabeza se puso en modo ajuste, término tan caro a los argentinos como el de buitre, apreté recalculando y busqué los tablones más baratos que eran de pino. En mi curso acelerado de maderas aprendí que esta es una especie blanda, el escalón superior a la que se usa par los cajones de fruta. Al fin de cuentas lo adecuado para un inmigrante de última hora.
Hice de tripas corazón y comencé a mirar con cariño a mis queridos tablones de pino. Si no puedes vencerlos únete a ellos. Una vez en el tallercito improvisado en mi garage puse manos a la obra para tratar de mejorar la apariencia de mis humildes tablones.
Al animarse a entrar en la cocina del hagalo Ud. mismo se descubren muchas cosas que no se perciben cuando el moso trae la lasaña preparada a la mesa. La magia que transforma la madera de pino en el mueble lustrado que a menudo se vende a precio de oro se llama Youtube aderezado con nobles productos químicos y grandes dosis de paciencia y humildad.
Cada material tiene sus propias leyes, el menor error tiene una sanción inmediata así que la humildad y la paciencia se convierten en virtudes críticas en el diálogo con la materia. Sus átomos no cuentas con espacio para el perdón. Eran cerca de las once de la noche, anochecer de un día agitado después haber transitado por el típico prueba y error y error de nuevo que debe atravesar todo neófito, cuando de repente sentí que la madera se estaba comunicando conmigo.
Aprendiendo a volar:
El mensaje de la tabla sonaba en mi interior como esos contactos que establecemos con otros humanos en momentos límites, con los bebes o con los animales, sin palabras de profundo contenido. El sentido era claro: somos parte del mismo universo, gracias por darme tu energía y ayudarme a cumplir una función mayor en este plano de la existencia. Conmocionado por la experiencia atiné a poner la palma de la mano sobre la tabla y pude sentir la energía que emanaba de ella.
Mi ego no tardó en alertarme sobre el riesgo de demencia que implicaba la idea de dialogar con un tablón. Esos son los momentos donde uno decide si se anima a volar y le abre un espacio de silencio a la mente profunda o se queda adherido al terrenal mundo de las formas. Tomando un concepto de un espíritu superior como Einstein que se definía ante todo como un hombre curioso, elegí por soltar amarras.
La jaula cartesiana que define la normalidad fue rápidamente desplazada por una miríada de ideas y mensajes, que ocuparon la parte posterior de mi mente. Es difícil definirlos porque el lenguaje no contiene palabras adecuadas, quienes han pasado por esta experiencia lo comprenderán perfectamente.
El camino se empezó a abrir, después de todo solo estaba siendo testigo de lo que describe la Kabbalah desde hace miles de años : animales, vegetales y minerales somos chispas del mismo fuego del origen de la creación , la única diferencia es la luminosidad que contenía cada chista.
La siguiente ocurrencia me acercó, “ las fábulas o los cuentos de los bosques encantados de algún lado de la trama energética del universo llegan a la imaginación de los autores, tanto como llego Let it be o la teoría de la relatividad solo que la mayoría de las personas no están preparadas para asumir el riesgo de escucharlas”. Los relatos que se destinan a los niños son demasiado desafiantes, el atajo elegido ha sido cortarles sus alas a través del sistema de educación dictado por la lógica cartesiana condenada al rincón de las antiguallas a partir del descubrimiento de la unicidad entre la energía y la materia.
No hace falta retroceder hasta Hansel y Gretel, mucho más cerca suena en mis oídos el estribillo de Pinocho :¨hasta el viejo hospital de los muñecos, llego el pobre Pinocho mal herido¨…… Sin dejar de mencionar uno de los mayores éxitos del cine actual, Toy¨s Story Ya va por la edición 4 , todo gracias al coraje del autor de rescatar a WOODY del baúl de trastos viejos y salvarlo de su inevitable transito al cadalso de la materia : la basura. Vale en sentido figurado y no tan figurado, cada cual elige cómo lo interpreta.
El séptimo arte también se está desperezando, Coco tan luego de Walt Disney es un viaje descripto por un testigo presencial al mundo más allá de las formas, apta para todo público por supuesto… Avatar avanza un poco más en cuanto a la edad del auditorio apuntado sin apartarse de la misma linea. La miniserie Sense8 en cambio resulta solo apta para desprejuiciados sistémicos dispuestos a volar con agenda abierta.
Estas fueron las reflexiones que bajaron a mi mente en el contexto de mi diálogo con el tablón. Cada vez que paso frente a los tablones de la biblioteca cruzo una mirada, a veces una caricia y siento, siento que no estoy solo.
Después de todo, pensé, ¨ver la luna rodando por Callao” en Piazzola es una genialidad, en Elmer Van Hess comunicarse con una tabla es una alucinación. Una voz campechana, afable, conocida, querida reverberó en ese espacio indefinible que hay entre el cerebro y la conciencia, con tono pausado y paternal me dijo ¨Desde chico me gustaron los automóviles. Para mí, estos y los motores no son una cosa inerte. Es como un ser que tiene vida y que responde según uno lo trate ¨. Era balcarceño, chueco, se llamaba Juan Manuel Fangio.
Entonces, esto no fue un cuento! me quedé alucinando envuelto en los vapores azulados que acompañan la percepción.
Elmer Van Hess.