Beijing ha llegado a calificar este desorden de casi terrorismo por lo que analistas ahora se preguntan si todo este caos acabará en la intervención militar de China, y en una repetición de la masacre de Tiananmén.
Tensión en la frontera
En los últimos días, los medios de comunicación oficiales han difundido imágenes impresionantes con camiones militares, tanques y tropas de policía desfilando en un estadio de Shenzhen, a pocos kilómetros de Hong Kong.
Los efectivos de la Policía Armada Popular (PAP) están directamente bajo el mando de la Comisión Militar Central y se especializan en la represión de manifestaciones en zonas urbanas.
Esta tensión se acentúa con los preparativos para el 70° aniversario de la fundación de la República Popular China, el próximo 1 de octubre. Se instalaron nuevas cámaras y vallas metálicas en las avenidas del centro de Pekín, probablemente en el marco de las festividades.
En su versión inglesa, el diario nacionalista Global Times alude a Tiananmén: si el régimen comunista decidiera usar la fuerza en Hong Kong, “no sería una repetición del incidente político del 4 de junio de 1989”, dice.
Una intervención poco probable
El gobierno local de Hong Kong parece haber perdido totalmente el control, pero según los analistas es muy difícil que llegue a solicitar la intervención militar de China, única posibilidad para que ocurra, según la ley.
Una intervención china, además de causar una gran indignación internacional, terminaría definitivamente con el acuerdo de un país dos sistemas, que ha mantenido a la ex colonia británica dentro de China pero con una gran autonomía hasta ahora.
Kacey Wong, un artista de 49 años y activista pro-democracia, estima que los hongkoneses no temen una intervención armada: “Hong Kong es la gallina de los huevos de oro para el Partido Comunista Chino. Necesitan a Hong Kong para lavar dinero a nivel internacional y comprar equipo militar. También es un centro financiero muy importante para ellos. Por lo tanto, enviar tropas aquí sería totalmente desproporcionado y contraproducente. Y el pueblo de Hong Kong lo sabe muy bien”.
Sin embargo, otro artista piensa que una intervención china es probable: “No hay otra salida, no saben negociar ni debatir. Es la naturaleza de este régimen autoritario. No saben cómo hacerlo de otra manera. Sólo tienen la policía y el ejército”, dijo el mundialmente conocido Ai Weiwei a la AFP, desde su estudio en Berlín.