5 de febrero
Escrito por Jorge Cabrera el 5 febrero, 2020
Violeta del Carmen Parra Sandoval murió en Santiago, el 5 de febrero de 1967. Más conocida como Violeta Parra, la artista chilena es reconocida como una de las principales folcloristas en América del Sur y divulgadora de la música popular de su país. Fue miembro de la prolífica familia Parra.
Su contribución al quehacer artístico chileno se considera de gran valor y trascendencia. Su trabajo sirvió de inspiración a varios artistas posteriores, quienes continuaron con su tarea de rescate de la música del campo chileno y las manifestaciones constituyentes del folclore de Chile y América Latina.
Sus canciones han sido versionadas por diversos artistas, tanto chilenos como extranjeros. En conmemoración de su natalicio, el 4 de octubre es celebrado el «Día de la música y de los músicos chilenos».
Violeta Parra habría dicho: «Uno tiene que decidir el momento de su muerte [… Yo] decidiré el momento en que quiero morir». Tras algunos intentos fallidos —durante 1966 había intentado cortarse las venas—, se suicidó de un disparo en la cabeza a los 49 años en su carpa de La Reina a las 17:40 del 5 de febrero de 1967.4 En su última carta, dirigida a su hermano Nicanor, escribió, entre otras cosas: «Yo no me suicido por amor. Lo hago por el orgullo que rebalsa [sic] a los mediocres».
Cuando se enteró de su muerte, Pablo Neruda expresó: «De cantar a lo humano y a lo divino, voluntariosa hiciste tu silencio, sin otra enfermedad que la tristeza». Una capilla ardiente se levantó en su carpa y su funeral se llevó a cabo dos días más tarde, cuando fue enterrada en un nicho de la galería 31 del Cementerio General de Santiago. Posteriormente, sus restos fueron trasladados cerca del Memorial del Detenido Desaparecido y del Ejecutado Político en el mismo cementerio, y en 2018 se construyó una plazoleta alrededor de su sepultura.
Mientras que para muchos resulta paradójico que la autora de «Gracias a la vida», un himno a la existencia, se suicidara un año después de escribirla, otros críticos de su obra perciben en la letra, en el estilo de musicalización, en los tonos usados y en la monotonía de sus temas el reflejo de un estado de ánimo depresivo y una canción de despedida. Póstumamente, se le otorgó la medalla Gabriela Mistral en 1998.