26 de junio
Escrito por Jorge Cabrera el 26 junio, 2019
El 26 de junio de 1970 murió en Buenos Aires Leopoldo Marechal a los 70. El poeta, dramaturgo, novelista y ensayista fue autor de Adán Buenosayres, una de las novelas más importantes de la literatura argentina del siglo XX.
Fue bibliotecario, maestro, profesor de enseñanza secundaria y en la década del 20 formó parte de la generación que se nucleó alrededor de la revista Martín Fierro, escritores que también fueron conocidos cómo grupo Florida. En la primera etapa de su vida literaria prevaleció la poesía: publicó Los aguiluchos (1922) y Días como flechas (1926), inclinándose hacia el vanguardismo, pero en sus Odas para el hombre y la mujer (1929), libro con el que obtuvo el Primer Premio Municipal de Poesía, afirma su voz propia y el equilibrio entre la novedad y lo clásico.
En 1926 viajó por primera vez a Europa, donde trabó amistad con importantes intelectuales y pintores como Picasso, Héctor Basaldúa y Antonio Berni. En 1929, nuevamente en París, se estableció en Montparnasse y frecuentó a Aquiles Badi, Alfredo Bigatti, Horacio Butler, Juan del Prete, Raquel Forner, Víctor Pissarro y al escultor José Fioravanti, quien luego esculpiría el busto del poeta en bronce. A fines de 1929 vuelve a París, ciudad en la que inicia su novela fundacional Adán Buenosayres, que publicaría recién en 1948.
En 1941 obtuvo el Primer Premio Nacional de Poesía, con sus libros de poesía Sonetos a Sophia y El centauro (ambos de 1940). En ese mismo año edita el libro de texto Historia Argentina, de Carlos Emilio Cánepa, adaptándolo a los nuevos programas de educación. La publicación de Adán Buenosayres en 1948, exceptuando el comentario elogioso de Julio Cortázar y algunas otras voces entusiastas, como las de los poetas Rafael Squirru y Fernando Demaría, pasó en principio completamente inadvertida. Las cuestiones políticas no fueron ajenas a los motivos, considerando la abierta simpatía del escritor hacia el peronismo. Leopoldo Marechal ocupó, tras la elección de Juan Domingo Perón en 1946, la dirección General de Cultura y luego la de Enseñanza Artística, donde permaneció hasta el golpe de Estado de 1955.
En Adán Buenosayres, el periplo simbólico que, tres días antes de su muerte, emprende el poeta Adán a través de la geografía urbana y arrabalera de un Buenos Aires metafísico, retratando en el camino a algunos reconocibles personajes de la literatura de entonces y tocando registros que van del humor a la epopeya con un lenguaje eximio, calaría hondo en la sensibilidad argentina de las siguientes generaciones de escritores. Detrás de los personajes principales se puede reconocer a escritores y miembros de la vanguardia porteña que el autor conoció en su juventud. Así, en la figura del astrólogo Schultze se advierten los rasgos de la personalidad del artista Xul Solar, y en el filósofo Samuel Tesler, a Jacobo Fijman, poeta judío converso al catolicismo. Borges, quien fue amigo de Marechal en su juventud pero se alejó de él a causa del peronismo, es visible en el poeta cegato y aficionado al criollismo, Luis Pereda. El intelectual nacionalista Raúl Scalabrini Ortiz está retratado en el petiso Bernini, y Victoria Ocampo aparece caricaturizada en el Infierno de la Lujuria en la figura de Titania.
En 1951 se estrenó la obra teatral Antígona Vélez, basada en la Antígona de Sófocles. Por esa pieza teatral recibe el Primer Premio Nacional de Teatro. Escribió dos novelas más: El banquete de Severo Arcángelo (1965) y Megafón, o la Guerra (1970), que estaba en imprenta cuando Marechal falleció en 1970. A diferencia de otros grandes contemporáneos, como Jorge Luis Borges, Manuel Mujica Lainez, Julio Cortázar, Ernesto Sabato, la fama de Marechal no era tan conocida en el exterior, con la excepción de Cuba, adonde el poeta viajó en 1967 invitado por el gobierno cubano para ser jurado del premio anual de literatura que otorga la Casa de las Américas.