26 de agosto
Escrito por Jorge Cabrera el 26 agosto, 2019
El 26 de agosto de 1971 murió en Buenos Aires Jorge de la Vega, artista plástico pop y surrealista de formación autodidacta.
Estudió arquitectura y se dedicó a las artes visuales como miembro de la Nueva figuración con Rómulo Macció, Ernesto Deira, Luis Felipe Noé y, fugazmente, Enrique Sobisch, integrando las filas del Instituto Di Tella dirigido por Jorge Romero Brest, donde expuso individualmente en 1967.
Pintor abstracto y luego pop, también compuso canciones y cantó como parte del movimiento de la nueva canción (con Nacha Guevara, Marikena Monti y Jorge Schussheim). En 1968, tradujo a la música sus poesías surrealistas en el disco “El gusanito en persona” para el cual también diseñó el arte de tapa. Fue dibujante, grabador, poeta, diseñador gráfico y creativo en agencias de publicidad.
Expuso regularmente desde 1947 y en la Facultad de Arquitectura desempeñó la cátedra de Visión II. Por sugerencia de Manuel Mujica Lainez expone individualmente en 1952 en la Galería Plástica de Buenos Aires. Expuso en La Haya, Pittsburgh, Toronto, Madrid, Nueva York y fue invitado a la Bienal de San Pablo donde se negó a participar en protesta contra la dictadura militar en Brasil.
Como uno de los protagonistas de la movida cultural de la época llevó al teatro y la calle sus espectáculos plenos de ironía e informalidad. Debe destacarse su serie Bestiario (1963-66) y Rompecabezas (1970). En 1971 participa en un espectáculo de canciones en el Instituto Di Tella que luego, y durante más de un año, llenaría la sala grande del teatro SHA con “Show de Miércoles”, junto a Marikena Monti y a Jorge Schussheim.
Su obra es objeto de publicaciones y muestras en varios museos y galerías internacionales y figura en colecciones de museos como el MALBA, Washington, Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, etc. Estaba casado con Marta Rossi, madre de su hijo Ramón nacido tres meses después de su repentino fallecimiento a los 41 años.
En abril pasado, un comprador anónimo desembolsó más de un millón de dólares en su mural Sin título en el marco de arteBA. La pieza mide siete metros de largo por dos de alto y pertenece a un momento central en la obra del artista pop y surrealista. Considerada dentro de su etapa Pop-Psicodelia/Blanco y negro, que se desarrolló entre 1966 y 1971 a su regreso de Nueva York, el mural se convirtió en la pieza de arte vendida más cara de la historia de Argentina.