20 de noviembre
Escrito por Jorge Cabrera el 20 noviembre, 2019
León Tolstói murió el 20 de noviembre de 1910, a los 82, víctima de una neumonía. El novelista ruso es considerado uno de los escritores más importantes de la literatura mundial. Sus dos obras más famosas, Guerra y paz y Ana Karénina, están consideradas como la cúspide del realismo ruso, junto a obras de Fiódor Dostoyevski.
Sus ideas sobre la «no violencia activa», expresadas en libros como El reino de Dios está en vosotros, tuvieron un profundo impacto en grandes personajes como Gandhi y Martin Luther King.
Adscrito a la corriente realista, intentó reflejar fielmente la sociedad en la que vivía. La novela Los cosacos (1863) describe la vida de este pueblo. Anna Karénina (1877) cuenta las historias paralelas de una mujer atrapada en las convenciones sociales y un terrateniente filósofo, Liovin, que intenta mejorar las vidas de sus siervos (apellido derivado del nombre Liova, el diminutivo de Lev; así es como llamaba en privado a Tolstói su esposa Sofía Behrs). Guerra y paz es una monumental obra en la que se describen cientos de distintos personajes durante la invasión napoleónica.
Tolstói tuvo una importante influencia en el desarrollo del movimiento anarquista, concretamente, como filósofo de la corriente anarquista cristiana y anarcopacifista. El teórico anarquista ruso Pedro Kropotkin lo citó en el artículo Anarquismo de la Enciclopedia Británica de 1911.
Entusiasta lector del Ensayo sobre la desobediencia civil del pensador estadounidense Henry David Thoreau, Tolstói envió a un periódico hindú un escrito titulado Carta a un hindú que desembocó en un breve intercambio epistolar con Mahatma Gandhi, por entonces en Sudáfrica, lo que influyó profundamente el pensamiento de este último en el concepto de resistencia no violenta, un punto central de la visión del cristianismo de Tolstói.
En septiembre de 1910, dos meses antes de su muerte, le escribió en el sentido de aplicar la «no resistencia», ya que «la práctica de la violencia no es compatible con el amor como ley fundamental de la vida», principio que fue capital en el desarrollo posterior de la satyagraha del hindú. También mantuvo correspondencia con George Bernard Shaw, Rainer Maria Rilke y el zar Nicolás II de Rusia, entre otros. Su epistolario forma un corpus de unas 10 000 cartas conservadas en el Museo Tolstói de Moscú.