14 de diciembre
Escrito por Jorge Cabrera el 14 diciembre, 2019
Silvina Ocampo murió el 14 de diciembre de 1993 a los 90. La escritora, cuentista y poeta publicó su primer libro, Viaje olvidado, en 1937 y el último, Las repeticiones, fue publicado póstumamente en 2006.
Durante gran parte de su vida, su figura fue opacada por las de su hermana Victoria, su esposo, Adolfo Bioy Casares y su amigo Jorge Luis Borges, pero con el tiempo su obra ha sido reconocida y pasó a ser considerada una autora fundamental de la literatura argentina del siglo xx.
Antes de consolidarse como escritora, Ocampo fue artista plástica. Estudió pintura y dibujo en París donde conoció, en 1920, a Fernand Léger y Giorgio de Chirico, precursores del surrealismo.
La obra de Silvina Ocampo es reconocida principalmente por su inagotable imaginación y su aguda atención por las inflexiones el lenguaje. Dueña de un lenguaje cultivado que sirve de soporte a sus retorcidas invenciones, Silvina disfraza su escritura con la inocencia de un niño para nombrar, ya sea con sorpresa o con indiferencia, la ruptura en lo cotidiano que instala la mayoría de sus relatos en el territorio de lo fantástico.
Su labor poética estuvo dominada en un principio por los metros clásicos y por rimas inocentes, muchas veces dedicadas a la descripción y exaltación de la belleza de elementos naturales como las plantas (confesa pasión de la escritora) como se puede apreciar en Espacios métricos o en Los sonetos del jardín que tras el poemario Enumeración de la patria siguieron a Viaje Olvidado. Sin embargo, poemarios posteriores como Los nombres, Lo amargo por dulce o Amarillo celeste muestran un verso más elaborado y a la vez desinteresado por el clasicismo.
Recibió, entre otros, el Premio Municipal de Literatura en 1954 y el Premio Nacional de Poesía en 1963.