Tomás Saraceno tiene carta blanca en Palais de Tokyo

por Alicia de Arteaga

PARIS.- Con 25 grados, sol pleno y pronóstico de lluvia, París vive la fiesta de otoño conocida como LA RENTRÉE. La oferta de muestras no tiene parangón en el planeta: Picasso de los períodos Rosa y Azul en el Museo d`Orsay; los Impresionistas revisitados por Julian Schnabel; Gustav Klimt en un despliege 3 D jamás visto en el Atelier de Lumières; Egon Schiele en pareja genial con Basquiat, más los toques finales a la FIAC, la Foire d’Art Contemporain de Paris, que inaugura esta semana en el Grand Palais. Hay que decirlo, la Ciudad Luz recupera el liderazgo que supo tener antes de la Segunda Guerra y lo hace con los mejores argumentos. Hay que decirlo dos veces: Nueva York tiembla.

Y tiembla también, pero de nervios, el equipo que acompaña a Tomás Saraceno, argentino nacido en Tucumán, criado en San Luis, formado en la UBA. El equipo está a full en el montaje de On Air, su mega muestra en el Palais de Tokyo, ubicado en la avenida Presidente Wilson, y considerado el centro cultural cutting edge de Paris.

Fue impulsado por el crítico Pierre Restany e inaugurado con el nuevo milenio, para dar espacio a lo nuevo, a lo bueno y, sobre todo al público más heterogéneo, con una franja horaria extendida y un bistró donde se toman las sopas más ricas del quartier. La pâtisserie también es altamente recomendable.

Mañana, lunes 16 de octubre, en avant première, los invitados especiales veremos qué ha preparado Saraceno para esta muestra que tiene carta blanca y 13.000 metros cuadrados disponibles para expandir la imaginación.

Un ejercicio que Saraceno conoce mejor que nadie. Fue lanzado al ruedo internacional por el crítico y curador Daniel Birnbaum en la Bienal de Venecia de años atrás. Hoy Tomás vive en Berlín, tiene una fábrica de arte asociada con las arañas tejedoras y con la más alta tecnología, allí trabaja y crea para el mundo. Se transformó en protagonista global con su mensaje centrado en la protección del planeta y en hacer realidad un cambio de paradigma.

Volar con el sol. Adiós a los combustibles fósiles. De eso se trata. Un años atrás compartimos, gracias a la iniciativa de Gabriela Urtiaga y al apoyo incondicional de CCK, la increíble experiencia de volar con el sol. Parados sobre el manto blanco y fulgurante del Salar de Jujuy vimos volar los globos sin combustible .
A una hora de camino de los cerros de siete colores, el lugar resultó perfecto para Saraceno, llegado de lejos con su gente, su conocimiento y ese afán didáctico que solo un líder nato puede contagiar.

Ahora le toca ser el artista invitado al Palais de Tokio, que fue altri tempi un pabellón de deportes. Antes fue la plataforma consagratoria de Julio Le Parc. Un artista genial que lo tenía todo, hasta el gran premio de pintura da la Bienal de Venecia en 1966, pero quiso correr el riesgo de competir en la vidriera máxima… y ganó. LLegó el turno del socio de las arañas tejedoras, las mismas que hicieron visible un año atrás, una obra fuera de toda clasficicación en el MOderno de Buenos Aires. Cuenta regresiva para un momnento clave para el arte argentino.