Solía caminar solo por el barrio, hablando y gesticulando animadamente.
Una voz le preguntó:
– Dime, ¿te sientes mal?
– ¿Por qué?
– ¡Me asustas, hombre! ¿Con quién hablabas?
– Contigo. ¿Acaso no me perteneces?
Maria Alicia Farsetti
Solía caminar solo por el barrio, hablando y gesticulando animadamente.
Una voz le preguntó:
– Dime, ¿te sientes mal?
– ¿Por qué?
– ¡Me asustas, hombre! ¿Con quién hablabas?
– Contigo. ¿Acaso no me perteneces?
Maria Alicia Farsetti