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Pende de un hilo

Escrito por el 31 mayo, 2018

Los diputados españoles comenzaron este jueves a debatir una moción de censura presentada por la oposición socialista que busca cesar al presidente del gobierno Mariano Rajoy, debilitado por la condena a su Partido Popular dentro de un escándalo de corrupción.

La suerte de Mariano Rajoy es incierta. Esta cuarta moción de censura desde la vuelta de la democracia en España en 1977 -las tres anteriores fracasaron- era vista a principios de semana por analistas como algo con pocos chances, pero en las últimas horas el viento cambió de dirección.

La moción fue presentada el viernes pasado por el Partido Socialista, principal opositor, un día después de que se conociera la sentencia del caso Gurtel, una trama de corrupción en la que una serie de empresas sobornaron a responsables del Partido Popular de Rajoy para obtener contratos públicos entre 1999 y 2005.

Además de condenar a 29 personas a 351 años de prisión, entre ellas una docena de cuadros del PP, la sentencia obligó al partido a pagar una multa como «partícipe a título lucrativo» y puso en duda la credibilidad de la declaración judicial de Rajoy, quien dijo ignorar cualquier financiación ilegal del partido.

Choque de acusaciones

«Una vez conocida la sentencia del caso Gurtel ya no hay suposiciones sino certezas: la certeza jurídica de que Gurtel era el PP y el PP era Gurtel», fustigó José Luis Ábalos, secretario de organización del PSOE, primero en tomar la palabra.

«En el PP ha habido corruptos, sí, lo reconozco una vez más», pero el PP «no es un partido corrupto» y «corrupción hay en todas partes», aseveró Rajoy, jefe del gobierno desde 2011.

La corrupción ha golpeado a varios partidos en España, incluido al PSOE, pero ha afectado especialmente al PP, hasta hacerle perder su mayoría absoluta en las elecciones de 2015.

Rajoy calificó la moción de censura como «un ejercicio de oportunismo al servicio de una ambición personal», del líder socialista, Pedro Sánchez, quien lo reemplazaría automáticamente de triunfar la moción.

Decisión de nacionalistas vascos

Además de los 84 votos de su partido, Sánchez comenzó el debate con el apoyo decidido de la izquierda radical de Podemos y aliados (71 escaños). Con el probable apoyo de varios grupos regionales, entre ellos independentistas catalanes que sienten antipatía por Rajoy, cuyo gobierno utilizó por primera vez un artículo de la Constitución para intervenir la región tras una fallida declaración de independencia, Sánchez contaría con 175 votos, uno menos de los 176 necesarios para aprobar la moción.

Así, la suerte de Rajoy estará en manos de los nacionalistas vascos del PNV (5 votos), que esperan hasta escuchar a Sánchez, con cuyo partido gobiernan el País Vasco, para definirse.

Todos los aliados potenciales de Sánchez rehúsan llamar a elecciones inmediatamente, algo que reclama el partido liberal Ciudadanos (32 diputados), con el viento a favor según encuestas. Ferviente opositor de los privilegios del País Vasco y de los independentistas catalanes, critica a Rajoy pero rehúsa hasta ahora apoyar al PSOE.

 

RFI

Crédito de la foto: REUTERS/Sergio Perez


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