Enviar un correo electrónico, ver un video en su teléfono, hacer una búsqueda en internet… Todas estas actividades tienen un impacto sobre el medio ambiente. Según el grupo de expertos The Shift Project, la tecnología digital contamina incluso más que el transporte aéreo. Las cifras clave de una contaminación lejos de ser virtual causan sorpresa.
Si internet fuera un país, sería el tercer mayor consumidor de electricidad del mundo, por detrás de China y Estados Unidos. Una observación sorprendente, ya que el impacto de la tecnología digital sobre el medio ambiente es muy poco conocido. Sin embargo, hoy en día emite el 4% de los gases de efecto invernadero del mundo, más que el transporte aéreo civil, según el grupo de expertos The Shift Project en su informe publicado en julio.
“La fase de producción de los dispositivos es muy golosa en energía [electricidad, petróleo, etc.]. Por ejemplo, para un teléfono inteligente, el 90% de las emisiones de gas de efecto invernadero se produce durante la fase de producción”, explica Maxime Efoui-Hess, director de proyecto sobre cuestiones digitales en The Shift Project y coautor del estudio. “Hay que extraer las materias primas, se hace con camiones en las minas. Después hay que transformar los materiales, y estos procesos físicos son golosos en energía y materias primas”, añade.
Además de la fabricación de los dispositivos, los centros de datos (servidores y calculadores utilizados para almacenar y transmitir datos) y las infraestructuras de red (antenas 4G, fibra óptica, etc.) también consumen mucha energía. “Queremos tener acceso a nuestros datos en cualquier momento y en cualquier lugar del mundo. Por lo tanto, estos centros de datos deben estar interconectados y ser accesibles las 24 horas del día, todos los días”, prosigue Maxime Efoui-Hess.
Para los usuarios, existen soluciones para reducir el impacto sobre el medio ambiente, como reducir la resolución de los vídeos, desactivar la reproducción automática de videos, o preferir el wifi a las redes móviles.
Por RFI.