París rinde homenaje a la fotógrafa de la revolución mexicana

(RFI – Carrusel de las Artes – María Carolina Piña) – El Jeu de Paume de París dedica una amplia muestra a Tina Modotti, la fotógrafa de la Revolución Mexicana, con la exposición más grande jamás organizada hasta ahora sobre ella en Francia. Fuimos al Jeu de Paume de París, museo que presenta una vasta exposición dedicada a la fotógrafa italiana Tina Modotti, autora de imágenes icónicas del México revolucionario.

Tina Modotti es poco conocida en Europa, pero sus fotos dejaron una huella profunda en México. En los años 20, su cámara captó el trabajo infantil, la belleza de las mujeres indígenas o las injusticias sociales. Pero también plasmó en blanco y negro la efervescencia cultural tras la Revolución Mexicana y la emergencia del muralismo. Es lo que muestra el Jeu de Paume de París, a través de la muestra “Tina Modotti, el ojo de la revolución” concebida por Isabel Tejeda Martín.

(con información de Jeu de Paume) – La vida de Tina Modotti (Udine, Italia, 1896 – México, 1942) estuvo marcada por algunos de los acontecimientos históricos más importantes de la primera mitad del siglo XX: la emigración económica de los europeos a América, el nacimiento del cine mudo en Occidente costa de Estados Unidos, los movimientos agrarios posrevolucionarios en México, el auge del muralismo político, el reclamo de la cultura indígena mexicana, la emancipación de la mujer en la esfera pública, la oposición entre estalinistas y trotskistas después de la Revolución Rusa de 1917 y la guerra Civil española.

Ella es parte de una generación de mujeres que hicieron una importante contribución a la fotografía en la década de 1920 y tuvieron una gran influencia en la fotografía mexicana posterior, desde Manuel Álvarez Bravo hasta Graciela Iturbide. Modotti se introdujo en la práctica de la fotografía gracias a Edward Weston; Sin embargo, su obra, que desarrolla una visión muy personal, va más allá de la enseñanza formalista de este último. Luego de su emigración económica de la ciudad italiana de Udine a San Francisco y Los Ángeles, Modotti partió hacia México, donde participó del “renacimiento mexicano” y de la efervescencia cultural posrevolucionaria. Integrada en el círculo de artistas y muralistas allí establecidos, rápidamente combinó la “fotografía encarnada” con el formalismo de Weston. Activista del Partido Comunista Mexicano (PCM) desde 1927, denunció con su cámara la condición de los pobres, insistiendo en particular en la construcción de un nuevo imaginario en torno a las mujeres mexicanas.

En 1930, Modotti fue expulsada de México por su compromiso comunista. Luego vivió varios años en la Unión Soviética, donde su activismo fotográfico se transformó en activismo. A mediados de los años 30, el Partido Comunista Soviético lo envió a España. Durante la guerra civil, organizó la evacuación de los “niños de la guerra”, coordinó la gestión de hospitales militares y llevó a cabo misiones de propaganda. Tras la derrota de los republicanos en 1939, cruzó los Pirineos junto a miles de exiliados. Agotada y desilusionada por el resultado de la Guerra Civil Española, tuvo que abandonar Europa nuevamente. Murió en 1942 en la Ciudad de México.