Marketing sexista en el mundial
Escrito por Jorge Cabrera el 7 julio, 2019
Estados Unidos y Holanda disputan hoy la final del mundial femenino de Francia, que tras un mes de competencia ha dejado cifras récord de rating en varios países.
El impacto mediático y social sin precedentes suscita importantes interrogantes sobre el sexismo en el deporte y pone de relieve un marketing de género en el que no faltan los estereotipos.
«Capitán», «lateral», «árbitro»: son los nombres de las hamburguesas rosadas que propone Speed Burger durante este Mundial femenino. La empresa tenía las mejores intenciones, pero la jugada no le salió bien. Desde su lanzamiento, el sándwich ocupa las redes sociales con comentarios poco elogiosos: «siempre más lejos en los clichés», «sexismo sucio», «recuperación comercial sexista», etc.
Chez speed burger, les gens du market se sont donnés, niveau sexisme crasse. @PepiteSexiste pic.twitter.com/tQ5LUi9UTh
— L. Williams (@L_Williams__) June 3, 2019
Marketing de género
«Hamburguesa o no, se trata de marketing de género. Tomamos un producto que no tiene nada que ver con el deporte y lo hacemos girly», señala a franceinfo Marie-Noëlle Bas, de la asociación Les Chiennes de garde (las perras guardianas). «En el fútbol, cuando hablamos de futbolistas, es en términos de competencias y potencia. Pero cuando hablamos de mujeres, siempre es a través de su cuerpo y su carácter».
– Et si on montrait notre soutien aux Bleues et au foot féminin ?
– Ça se dit pas ’foot féminin’ !
– Ok, bouge pas : pic.twitter.com/ArlkHDJF9J— Pépite Sexiste (@PepiteSexiste) June 12, 2019
Pero para el director de Speed Burger, Bruno Bourrigault, es «sólo una hamburguesa», y «siempre hay gente que busca ver el mal en todas partes». Según él, el problema es otro: «Si comparamos la comunicación nacional con el Mundial masculino, no hay duda. El año pasado, veíamos a los jugadores en todas partes. No vemos tantos a las jugadoras», comenta.
Euh… Vraiment ? pic.twitter.com/2IKMc9bFXs
— Valombré (@circe_val) June 10, 2019
Los medios de comunicación no escapan a la regla. El periodista francés Michel Izard tuvo que pedir disculpas y se dijo «devastado» después de que su reportaje sobre el Mundial, difundido la semana pasada en un noticiero de TF1, el canal de televisión más visto de Francia, desatara un verdadero escándalo.
En él, se podía escuchar: «Con gestos tan delicados, en la punta de dedos tan finos, es comprensible que algunos sueñen con estar en lugar de la pelota. Pero lo principal está en otra parte, en este juego de piernas ligero. Para hacer como los chicos, para tejer en el césped: un punto al derecho, un punto al revés». Y concluye «aunque la búsqueda de la gracia no siempre esté en el encaje».
"Une maille à l'endroit, une maille à l'envers." La coupe du monde féminine de foot vue par… le JT de Pernaut pic.twitter.com/i1bgILG7yG
— Manuel Vicuña (@M_Vicuna) June 18, 2019
Las mentalidades cambian… lentamente
La semióloga Mariette Darrigrand ve en todos estos ejemplos «retraso y estupidez ordinaria»: «Todavía hay gente a la que le molesta ver a las mujeres jugando al fútbol porque es relativamente nuevo y afecta representaciones» tradicionales, denuncia, añadiendo que el problema aquí es que «existe el deseo de desacreditar o degradar».
Vu dans une boutique de lingerie locale#coupedumondefeminine pic.twitter.com/2PcNQC9PS5
— Viner (@Viner2806) June 7, 2019
Por suerte, señalan tanto Marie-Noëlle Bas como Marion, de @PepiteSexiste, las cosas mejoran poco a poco. A veces, las empresas hacen su mea culpa y cambian su campaña. Así, el bar Le Hérisson cambió la frase «Aquí miramos a las chicas» por «Aquí, miramos a las chicas, los chicos, y el Mundial».
Bien “maté” ? Vous pouvez “célébrer” maintenant ! ? pic.twitter.com/LcCJTqPXhN
— Pépite Sexiste (@PepiteSexiste) June 8, 2019
por RFI.