Malos hábitos
Escrito por Jorge Cabrera el 6 abril, 2019
Una de cada cinco muertes en el mundo, es decir, unas 11 millones, estaba relacionada con la mala nutrición en 2017. La causa: exceso de sal, azúcar o carne y consumo insuficiente de cereales enteros y frutas, indica un estudio publicado este jueves por The Lancet.
Casi todas estas muertes fueron causadas por enfermedades cardiovasculares, y el resto por cáncer y diabetes tipo 2, a menudo asociadas con la obesidad y estilos de vida (dieta sedentaria y desequilibrada), según el informe. Estos estudios revelan disparidades significativas entre países.
Este estudio está en línea con otros dos estudios publicados a principios de año. Ya se ha subrayado la importancia de comer menos carne y azúcar, pero también de duplicar el consumo de frutas, verduras y frutos secos para conseguir alimentar a la población mundial y preservar el clima del planeta.
Un informe, publicado a finales de enero, destacó la relación entre la obesidad, la desnutrición y el cambio climático.
El nuevo estudio publicado el jueves, que abarca 195 países, destaca las consecuencias sanitarias de una nutrición desequilibrada.
Según sus autores, más de la mitad de todas las muertes en 2017 fueron causadas por deficiencias en nueces, semillas, leche y granos enteros. Por otro lado, las bebidas endulzadas, la carne procesada y la sal son consumidas en exceso.
Se estima que casi dos mil millones de personas están «sobrealimentadas», mientras que casi mil millones sufren de desnutrición, según las Naciones Unidas.
Falta de datos
«Este estudio muestra lo que muchos de nosotros hemos estado pensando durante años: la mala nutrición es responsable de más muertes que cualquier otro factor de riesgo en el mundo», dice uno de los autores, Christopher Murray.
Murray dirige el Instituto de Metrología y Evaluación de la Salud (IHME, Universidad de Washington), una organización financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates.
«La falta de frutas, verduras y cereales en nuestra dieta» es una constante en todo el mundo, al igual que el «exceso de sodio», dice.
Existen grandes disparidades entre países. Los que tienen las tasas de mortalidad más altas debido a la mala nutrición son Uzbekistán, con 892 muertes por cada 100.000 habitantes, y Afganistán. Por otro lado, los de menor proporción son Israel (89 muertes por cada 100.000 habitantes), Francia, España y Japón.
Sin embargo, los autores mencionan la disparidad en la obtención de datos para cada una de las dietas: mientras que la información sobre la obesidad estaba disponible en el 95% de los países, la información sobre el sodio estaba disponible en alrededor del 25% de los países.
Otro desafío es que los investigadores también reconocen que el vínculo entre la dieta y la muerte no puede establecerse con tanta certeza como con otros factores de riesgo, como el tabaco, por ejemplo.
Con RFI