Una iniciativa criticada, sobre todo porque al principio, el presidente no tenía previsto reunirse con los principales organizadores de las manifestaciones. Duque finalmente los ha convocado para este martes, pero los representantes aún no han confirmado su presencia.
«Humildad» en el diálogo
El domingo, el mandatario recibió a los recién elegidos alcaldes y gobernadores. Claudia López, futura alcaldesa de Bogotá, aseguró que el gobierno de Duque, los gobiernos locales y los que se posesionarán el 1 de enero deberían tener una actitud de humildad «de cara a este diálogo con la ciudadanía».
«El diálogo no es para explicar las políticas gubernamentales y comunicarlas mejor. No, el diálogo tiene que ser para con humildad reconocer errores, hacer cambios y hacer concesiones. De lo contrario, no va a ser un diálogo que lleve a nada concreto sino a más frustraciones», dijo López.
Una iniciativa que llega «demasiado tarde»
La gran «conversación nacional», por lo tanto, plantea dudas y preguntas. «Creo que es una buena iniciativa, pero que llega demasiado tarde. Y hay dos cosas que no me quedan claras. La primera, cuál va a ser la mecánica de este gran diálogo nacional que propone el gobierno, cómo va a funcionar. Y la segunda es qué va a hacer con el resultado del diálogo, qué va a hacer con las propuestas, cómo el gobierno las va a tramitar», reflexiona César Páez, profesor universitario.
De momento, el presidente Iván Duque no ha hecho concesiones a los manifestantes. En la noche del lunes, se confirmó la muerte de Dilan Cruz, de 18 años, herido el sábado por las fuerzas policiales. Un anuncio que no calmará los ánimos.