Para el primer ministro francés Edouard Philippe, sin embargo, “las discusiones de los últimos días permitieron avances concretos”.
Entre otros, “tomar en cuenta de manera más generosa la penosidad del trabajo, aperturas en cuanto la jubilación progresiva de los funcionarios, mejoras con respecto a la pensión mínima, mayor margen de maniobra para alcanzar el equilibrio financiero, reforma progresiva de los regímenes especiales”.
El jefe de gobierno francés convocó a nuevas reuniones para principios de enero.
Pero el principal punto de desacuerdo sigue siendo la edad de jubilación, que el gobierno quiere que sea de 64 años, en lugar de los 62 actuales. Los sindicatos se oponen tajantemente a esa propuesta que premia a quienes partan a los 64 y reduce la pensión de los otros. La reforma global del gobierno implicar fusionar los 42 regímenes de pensiones existentes en un sistema único, basado en puntos.
Para el ejecutivo se trata de una reforma “necesaria” para garantizar un equilibrio financiero del sistema de pensiones. El presidente Macron ha dicho que no retirará su proyecto aunque se dijo dispuesto a mejorarlo.
Ligera mejora en los transportes
En los transportes se ha registrado una ligera mejora de la situación, en particular en la empresa nacional ferroviaria SNCF. También para los usuarios del metro gracias a una mejora global. Dos de las ocho líneas del metro parisino que hasta ahora estaban cerradas volvieron a funcionar, pero seis seguían paralizadas. Los trenes suburbanos circulaban, pero únicamente en las horas de mayor afluencia. En el caso de los tranvías, el servicio ha regresado casi a la normal.
Los embotellamientos para entrar a París han pasado de más de 600 algunos días esta semana a casi 400 este viernes. Sin embargo, fueron anulados el 59% de los trenes de alta velocidad (TGV) y los trenes Intercités programados el 23 y 24 de diciembre. Muchos franceses no podrán tomar sus trenes para viajar de vacaciones o pasar las fiestas de Fin de Año en familia. Una tregua completa para Navidad parece por tanto descartada.
Los huelguistas parecen determinados. En sus asambleas generales no hablan de una tregua, sino de una “lucha de Navidad”. A medida que pasa el tiempo, “la ira puede convertirse en más ira”, advirtió el combativo líder del sindicato CGT, Philippe Martinez, que lidera el pulso por la reforma.
“El gobierno está echándole leña al fuego”, dijo también Martínez criticando las recriminaciones del gobierno contra los ferroviarios y los electricistas huelguista, los cuales han realizado cortes ilegales de luz.