Elecciones en España
Escrito por Jorge Cabrera el 29 abril, 2019
Para que gobierne una coalición de izquierdas liderada por los socialistas, actualmente en el Gobierno, Pedro Sánchez necesita el apoyo de Unidas Podemos, así como de otros partidos regionales.
Una gran afluencia de participantes (casi el 76%, 9 puntos más que en 2016) marcaba este domingo las elecciones legislativas en España, en las que el socialista Pedro Sánchez obtuvo la victoria, aunque sin mayoría para gobernar. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), obtuvo casi el 29% de los votos, pero no logró los 176 escaños necesarios para la mayoría absoluta. Ahora Sánchez, a la vista de los resultados electorales, tendrá que negociar con otras fuerzas parlamentarias los apoyos a su investidura presidencial, lo que condicionará su mandato durante los próximos cuatro años.
El escenario más probable sería una coalición de izquierdas liderada por el PSOE (123 escaños) con el apoyo de Unidas Podemos (35 escaños). Sin embargo, sus diputados no suman, por lo que aquí entrarían en juego los partidos regionales como PNV (6 escaños) o Compromís (1 escaño), o incluso los independentistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (15 escaños). Esto último será la misión más complicada para el dirigente del PSOE, ya que los soberanistas buscarán rentabilizar su apoyo parlamentario.
Finalmente los partidos de la oposición conservadora (Partido Popular, Ciudadanos y Vox) no han sumado los escaños suficientes para crear una alianza a la ‘andaluza’ (las tres formaciones, lideradas por el PP, ya gobiernan en la región de Andalucía). Los populares han sufrido un batacazo histórico (66 diputados, menos de la mitad de los obtenidos en las elecciones de 2016), como consecuencia sobre todo de la división de la derecha, lo que dispersó el voto conservador y facilitó el triunfo de los socialistas. Ciudadanos (centro-derecha), por su parte, ha logrado 58 escaños, (32 en 2016).
El ascenso del ultraderechista Vox (que obtiene 24 escaños) es la gran novedad en un país donde, a diferencia de casi todo el resto de Europa, la extrema derecha había sido marginal hasta hace unos meses, fenómeno que los socialistas han utilizado para movilizar a sus votantes y en particular a las mujeres, dado el discurso antifeminista de Vox.
Los comicios se presentaban como una pelea entre el bloque de izquierdas y el de derechas. Sin embargo, subsiste una posibilidad intermedia, no desmentida por el dirigente socialista: la de entenderse con Ciudadanos, liderado por Albert Rivera, ya que la suma de sus diputados sí que sumarían para gobernar. Esto evitaría a Sánchez tener que apoyarse en los partidos separatistas catalanes, que a cambio le piden algo a lo que él se opone firmemente: un referendo de autodeterminación. Durante la campaña, buena parte del debate político giró en torno al conflicto político catalán. En junio pasado Sánchez se apoyó en los partidos catalanes para hacer impulsar la moción de censura con la que expulsó al conservador Mariano Rajoy, maniobra le valió acusaciones por parte de la derecha de ser «un traidor» y dio alas a la ultraderecha.
El presidente del gobierno saliente replica que fueron los separatistas y la derecha quienes tumbaron en febrero su Presupuesto 2019 y forzaron este adelanto electoral, las terceras legislativas en apenas tres años y medio. En todo caso la cuestión catalana será uno de los temas más candentes para el próximo Gobierno, mientras en el Tribunal Supremo continúa el juicio abierto en febrero a 12 líderes separatistas por su papel en el fracasado intento de secesión unilateral de 2017. El fuerte desempleo (15, 5%), la precariedad laboral, la abultada deuda pública que representa el 97% del PIB y la pérdida de confianza en las instituciones, son otros de los desafíos que esperan al socialista Sánchez tras conseguir renovar su presidencia.
Con RFI.