Ciberespacio abierto
Escrito por admin el 13 noviembre, 2018
Coincidiendo con las conmemoraciones del Armisticio de la Primera Guerra Mundial, el presidente francés Emmanuel Macron presentó este 12 de noviembre un llamamiento por la paz digital, suscrito por numerosos países, actores de la sociedad civil y empresas privadas.
El presidente francés presentó este lunes en la sede de la UNESCO, en el marco del Foro para la Gobernanza de Internet (FGI), el “Llamamiento de París para la confianza y la seguridad en el ciberespacio”. Se trata de reafirmar el apoyo a un ciberespacio “abierto, seguro, estable y pacífico”, y a una acción conjunta de los firmantes.
Parálisis de páginas web gubernamentales, programas malintencionados que bloquean centrífugas enriquecedoras de uranio, robo de datos sensibles en las empresas, campañas de desinformación en plena carrera electoral… Los ataques en el ciberespacio se multiplican en la medida en que se digitalizan nuestras organizaciones y nuestra vida.
Frente a este desafío, el llamamiento promovido por París busca establecer buenas prácticas: disuadir a las empresas de replicar por su cuenta, luchar contra la proliferación de herramientas digitales peligrosas y reducir la injerencia informática en las campañas electorales.
LIVE l Ouverture du Forum sur la Gouvernance de l'Internet. #GovTechSummit #IGF2018https://t.co/fKXpXDjP4G
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) November 12, 2018
Pero en un mundo en el que los Estados han integrado el ciberespacio en su doctrina militar, contratan cibercombatientes y se espían, incluso entre aliados, este llamamiento parece una quimera. Un grupo de expertos de la ONU sobre este tema se había disuelto en 2017 tras constatar divergencias demasiado importantes entre las grandes potencias del planeta.
Es un primer paso, defienden los partidarios del llamamiento. Frente a los desacuerdos en la ONU sobre cómo regular, y ante iniciativas privadas como la de Microsoft, Macron también quiere que los Estados retomen el control.
Según el experto en ciberseguridad Nicolas Arpagian, “este Llamamiento de París es modesto y ambicioso a la vez. Modesto porque no fija reglas obligatorias ni establece responsabilidades claras. Sin embargo, es ambicioso porque demuestra una toma de conciencia de que es extraño imaginar que el mundo digital, que tiene un impacto en la economía, la defensa, las administraciones y la vida de los ciudadanos, quede fuera del derecho internacional”.
“Se trata de una respuesta pragmática. Ahora bien, sólo coloca una primera piedra. Vamos a ver qué hacen los Estados y las empresas con este texto. Sobre todo, habrá que ver si resiste a la realidad: cuando se comprueben ataques cibernéticos, veremos si los firmantes respetan sus compromisos o no”, considera el experto.
La eficacia de este llamamiento dependerá sobre todo de la reacción de los gigantes de internet y del respeto, por parte de los firmantes, de los compromisos adquiridos. Aunque Rusia y China probablemente no estarán entre los firmantes.
RFI