“No queremos estar en huelga. Nadie quiere dejar de trabajar así. Pero queremos un acuerdo justo”, comenta un trabajador. “¡La palabra clave es resistencia! Si quieres algo que dure toda la vida, tienes que darlo todo”, añade otro.
El origen de esta huelga nacional fue la renegociación de los acuerdos de empresa. Los empleados quieren aumentos salariales, mejores condiciones de trabajo, especialmente para los que fueron contratados después de 2009, fecha del rescate del grupo automotriz afectado por la crisis.
El mensaje es claro: “Queremos que nos devuelvan todo lo que tuvimos que ceder cuando la empresa estaba en quiebra. Esta huelga es un simple recordatorio. Devuélvannos lo que les dimos”.
Por el momento, las negociaciones están paralizadas. Y a medida que se acerca la temporada navideña, algunos empleados como Isaiah Dukes están empezando a preocuparse, a pesar de un fondo común para los huelguistas: “No es que ganemos mucho dinero estando aquí, 250 dólares a la semana. Pero algunos de nosotros tenemos familias, casas que debemos pagar”.
Pase lo que pase, todos afirman que han llegado a un punto de no retorno. No piensan volver al trabajo sin obtener antes satisfacción.