Conspiración contra Lula
Escrito por Jorge Cabrera el 10 junio, 2019
El medio Intercept Brasil publicó conversaciones hackeadas entre los fiscales del caso Lava Jato y el actual ministro de justicia Sergio Moro, que mostrarían una coordinación política para perjudicar al expresidente brasileño.
“Esto es apenas el inicio» – asegura el medio de investigación Intercep Brasil, dirigido dirigido por el periodista estadounidense Glenn Greenwald, el mismo a quien el ex-analista de la CIA Edward Snowden reveló los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Greenwald habría tenido acceso a las conversaciones mantenidas durante años entre fiscales y jueces, y con las transcripciones en la mano, no duda en afirmar que ambas partes realizaron un trabajo coordinado para evitar que el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva volviera a sentarse en la silla presidencial.
Uno de los nombres más polémicos de la publicación es, sin duda, el de Sergio Moro, el juez que condenó a Lula Da Silva a nueve años y seis meses de prisión en julio de 2017, y quien se desempeña actualmente como ministro de justicia.
Según Intercept, Sergio Moro, intercambió mensajes repetidamente con el fiscal de la operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, una acción prohibida por la Constitución y el Código Penal de Brasil.
En esos mensajes, aportados a Intercept por una fuente anónima, Moro habría dictado la pauta a seguir en las investigaciones desarrolladas por la operación Lava Jato y, de este modo, habría facilitado las condenas, especialmente la de Lula DaSilva. Moro hacía una lista del orden de los elementos de la investigación, de las personas a interrogar y de áreas a explorar. Todo esto, para juzgar el caso él mismo más tarde.
Por su parte, el ministro Moro parece no inmutarse. Asegura que en los mensajes que lo citan «no se vislumbra ninguna anormalidad de direccionamiento de actos en tanto que magistrado, a pesar de ser sido sacadas de contexto y de su sensacionalismo.”
¿Qué dicen las conversaciones filtradas exactamente?
Las revelaciones de Intercept ponen como ejemplo más reciente el momento en el que los fiscales trabajaron para impedir que Lula, encarcelado desde abril de 2018, fuera entrevistado. Una declaración pública habría podido beneficiar a su delfín Fernando Haddad en las elecciones presidenciales, que fueron finalmente ganadas por el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Otras conversaciones muestran que el principal fiscal de la operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, estaba preocupado por la solidez de las acusaciones presentadas contra Lula para condenarlo como beneficiario de un apartamento entregado por una constructora a cambio de contratos en la estatal Petrobras.
Dallagnol, que considera a Lula como el «cerebro» de una organización criminal para aferrarse al poder, muestra después satisfacción por la publicación de artículos que mencionaban una posible vinculación del exmandatario con ese apartamento en el litoral del estado de Sao Paulo.
Lula, que purga por ese caso 8 años y 10 meses de cárcel, siempre se declaró inocente y denunció una «persecución judicial» para impedir que su fuerza política, el Partido de los Trabajadores (PT), vuelva al poder.
Ministerio Público: “Estamos tranquilos”
La operación Lava Jato en el Ministerio Público Federal reconoció en un comunicado que «sus miembros fueron víctimas de una acción criminal de un hacker». Sin embargo rechazó que esto cuestione su verticalidad en las pesquisas y procesos judiciales. “Estamos tranquilos con respecto a la legalidad e imparcialidad de nuestras investigaciones” afirma un comunicado de la institución.
La publicación de los mensajes pirateados es «tendenciosa y tiene la intención de atacar a la Operación», pero «los fiscales de Lava Jato no van a doblegarse a la invasión inmoral e ilegal, a la extorsión y a la tentativa de exponer y perturbar sus vidas personales y profesionales», agrega el Ministerio Público brasileño.
Con RFI.