Chau, chau, adiós

Cuando muchos pensaban que Theresa May había logrado poder de acuerdo a sus ministros frente a una propuesta para el Brexit, David Davis, precisamente el ministro encargado de las negociaciones para la salida de la Unión Europea, y Boris Johnson, ministro de Asuntos exteriores, renunciaron alegando desacuerdos con los planes de la Premier.

La decisión de Davis deja en caos el gobierno y debilita aún más a May como primera ministra. Existen posibilidades de que el ala euroescéptica del partido conservador, a la que pertenece el saliente ministro y que busca un Brexit duro, se revele y busque un cambio de líder.

De hecho, los diputados Tories del ala dura han alabado la decisión de Davis y de Boris Johnson.

Las dos dimisiones hicieron caer la libra 0,1% respecto al euro y el dólar (que cotizan 1,32 y 1,12 respectivamente).

En un intento por apaciguar el conato de revuelta, May ha tardado pocas horas en remplazar a Davis, nombrando a Dominic Raab, hasta ahora ministro de Viviendas, nuevo ministro para el Brexit. Él fue una de las figuras de la campaña a favor de la salida de la Unión Europea, en el referéndum del 2016.

Brexit. ¿Qué negociar cuando los jóvenes y los mayores opinan de forma totalmente diferente? https://t.co/S6BZ2dh89y pic.twitter.com/ardGN6tGDX

— electomania (@electo_mania) 9 de julio de 2018

El viernes pasado, Theresa May puso sobre la mesa una propuesta para dejar el mercado único y la Unión aduanera, pero forjando en sus palabras una asociación especial con el bloque comunitario. Este punto no convenció a sus propios ministros.

Juan Carlos Bejarano, corresponsal en Londres, para RFI