Buenos Aires, un museo sin paredes
Escrito por admin el 10 septiembre, 2018
Por Alicia de Arteaga
Para el ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires fue una semana sin respiro. Enrique Avogadro, que de él se trata, se calzó las zapatillas y arrancó la seguidilla de inauguraciones en el MARQ, Museo de Arquitectuira de Libertador y Callao. Allí se cruzó con María Kodama y con Luz Castillo, la infatigable promotora de la fotografía desde su base de operaciones en Villa Crespo. Avogadro, que es un ciclista urbano consumado, siguió viaje a la Usina del Arte para estar presente en la apertura de la muestra de fotografía de Mujeres, patrocinada por L’Oreal y la Embajada de Francia.
Así arrancaba la semana más caliente del arte en Buenos Aires, que tuvo su cumbre en la inauguración de Art Basel Cities en Puerto Madero, frente a los viejos silos intervenidos por la artista Barbara Kruger. En el estrado estuvieron Nicolas Bergengruen (director del UBS, sponsor desde hace un cuarto de siglo de la feria suiza); el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta; la curadora Cecilia Alemani; el director de Art Basel, Mark Spiegler y, por supuesto, el dinámico Avogadro, quien, curiosamente, sin haber sellado el acuerdo con los suizos, terminó siendo el protagonista central de las múltiples actividades programadas.
En una mañana de sol primaveral, la curadora Alemani habló de la ciudad como escenario y de Buenos Aires como “un museo sin paredes”. Italiana, casada con Massimiliano Gioni, que fue director de una inolvidable Bienal de Venecia bautizada elPalazzo Enciclopedico, Alemani en su programa Rayuela trabajó con el principio de arte público, que le dio éxito en Nueva York, donde es curadora del High line, un jardín de arte en altura ubicado en el corazón del meadpacking.
Lo que siguió en estos días fue una actividad frenética, con algunos ejes centrales caso la entrevista pública de Pablo León de la Barra, curador del Guggenheim de Nueva York, a Guillermo Kuitca, en el Museo de Arte Moderno. Lástima la superposicion de agenda, porque a la misma hora en el Palacio Devoto, obra tardía del gran Bustillo, Gallery Weekend largaba la carrera. En un piso de estética viscontiana, shabby chic si se quiere, los organizadores del Gallery celebraron con un almuerzo firmado por Eat la apertura del programa de visitas en tres circuitos, impulsado por ArteBa y Cámara de Galerías Meridiano.
Un día antes, a la misma hora, se sentaban a la mesa críticos, amigos, coleccionistas y galeristas, en el Pabellón Solanet de La Rural de Palermo, para dar inicio a la feria BUE Photo.
Mientras tanto la ciudad recibía en distintos puntos estratégicos la visita de los “coleccionistas” invitados al programa de Art basel Cities, resultado de un acuerdo que sigue siendo materia de discusión, entre el Gobierno porteño y la feria de Basilea, que es, como se sabe , la más renombrada del planeta.
La agenda sin respiro terminará este martes. Vendrá luego la hora del balance y la reflexión. En la memoria de estos días agitados quedará el encuentro en la Cúpula del CCK con la instalación de Nicola Costantino. Una sorpresa alucinante, inspirada en la obra de Hieronymus Bosch, donde el arte se cruzó con la gastronomía para dar lugar a una onírica obra salida de una mente sin fronteras.