La coalición gobernante en Alemania logró finalizar, después de 20 horas ininterrumpidas de reuniones, los detalles del Paquete Climático, un extenso paquete de medidas para hacer frente al cambio climático, que la canciller Angela Merkel llamó “desafio de la humanidad”.
El acuerdo implica la creación de un precio para las emisiones de dióxido de carbono: a partir del año 2021 hasta el año 2025, cada tonelada generada de CO2 le costará al emisor un pago que comenzará con 10 euros hasta alcanzar en 2025 los 35 euros por tonelada emitida.
El impuesto al transporte de trenes bajará a casi un tercio del actual, el impuesto al transporte aéreo se duplicará a partir del próximo año. Los impuestos a los automóviles serán proporcionales a su emisión de CO2.
La poderosa industria automovilística alemana deberá adaptarse a vehículos sin emisión y los propietarios de autos convencionales serán castigados con impuestos pero bonificados si compran vehículos sin emisiones.
65% de electricidad deberá ser generada por energías renovables; en tres años más cesarán de funcionar las centrales atómicas. Todo el paquete deberá intentar alcanzar por lo menos en el año 2030 el objetivo de bajar un 55% las emisiones de dióxido de carbono.
El gobierno anunció que destinará 55 mil millones de euros para implementar los cambios en los próximos cuatro años.
Con esto Merkel quiere responder a la población, que desde hace años pone en primer lugar entre las preferencias políticas, muy por delante de la economía, a la protección del clima.
RFI 
Creativa Radio