3 de febrero
Publicado el 3 febrero, 2020
Maria Schneider murió en París el 3 de febrero de 2011. La actriz francesa es reconocida mundialmente por su papel junto a Marlon Brando en la película franco-italiana de 1972, El último tango en París, dirigida por Bernardo Bertolucci.
Schneider hizo su debut en el escenario con sólo 15 años, sin haber recibido clases de interpretación. Dos años más tarde, obtuvo su primer papel de protagonista en el cine, con la película El árbol de Navidad (1969) de Terence Young, junto a William Holden y Virna Lisi. Poco después realizó una pequeña aparición en la película Madly, junto a Alain Delon.
Rápidamente, Maria multiplicó sus interpretaciones en producciones francesas, así como alemanas e italianas, por lo que se presentó a un casting para un proyecto de Bernardo Bertolucci. Seleccionada entre cientos de candidatas, la actriz protagonizó junto a Marlon Brando la película que le llevó a la consagración: El último tango en París. En esta película, dijo años después, haberse sentido engañada y «humillada y para ser honesta un poco violada por ambos, por Marlon y por Bertolucci» en la célebre escena de la mantequilla, concebida en secreto por Bertolucci junto con el mismo Brando, sin informar a María del uso de la mantequilla, aunque ella sabía perfectamente que habría una escena de violación. Años más tarde Bertolucci lo confesó en una entrevista diciendo que se sentía culpable, «no quería que fingiese la humillación, quería que la sintiese» pero que no se arrepentía. En el 2016, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las declaraciones de Bertolucci en 2013 volvieron al primer plano de la actualidad, generando algunas polémicas y pidiendo que la acción del cineasta no quedara impune.
Durante los años 70 goza de prestigiosos compañeros en sus películas, como Jack Nicholson en Profesión reportero, David Bowie y Marlene Dietrich en Just a gigoló, o Gérard Depardieu en Violante. Abandonó el rodaje de Calígula para ingresar en una clínica psiquiátrica. Fue nominada para el premio César a la mejor actriz secundaria en 1980 por su papel como prostituta violenta y malsana en la película La Dérobade (Memorias de una puta francesa).
Continuó su carrera en Europa durante los años 80, pero en interpretaciones menos significativas y principalmente para televisión. Durante los años 90 hizo algunas apariciones en el cine, en Les Nuits Fauves y Jane Eyre. En Les Acteurs (año 2000) aparece con un papel semi-autobiográfico de actriz maldita. Su última aparición en el cine fue en el año 2009, cuando tuvo un papel en la película La cliente, de Josiane Balasko.