28 de julio
Escrito por Jorge Cabrera el 28 julio, 2019
Johann Sebastian Bach murió en Leipzigel 28 de julio de 1750, a los 65, víctima de una apoplejía complicada por una neumonía. El compositor, organista, clavecinista, violinista, violista, maestro de capilla y cantor alemán del periodo barroco fue el miembro más importante de una de las familias de músicos más destacadas de la historia, con más de 35 compositores famosos. Tuvo una gran fama como organista y clavecinista en toda Europa por su gran técnica y capacidad de improvisar música al teclado. Además del órgano y del clavecín, tocaba el violín y la viola da gamba.
Su obra es considerada la cumbre de la música barroca; destaca en ella su profundidad intelectual, su perfección técnica y su belleza artística, además de la síntesis de los diversos estilos nacionales de su época y del pasado. Bach es considerado el último gran maestro del arte del contrapunto, y fuente de inspiración e influencia para posteriores compositores y músicos, desde Wolfgang Amadeus Mozart pasando por Ludwig van Beethoven, Félix Mendelssohn, Robert Schumann, Franz Liszt, Johannes Brahms, Richard Wagner, Richard Strauss y Gustav Mahler hasta músicos más recientes como Arnold Schönberg, Anton Webern, Paul Hindemith, Ígor Stravinski, Heitor Villa-Lobos o Astor Piazzolla, entre muchos otros.
Entre sus obras más conocidas se encuentran los Conciertos de Brandeburgo, El clave bien temperado, la Misa en si menor, la Pasión según San Mateo, El arte de la fuga, Ofrenda musical, las Variaciones Goldberg, la Tocata y fuga en re menor, varios ciclos de cantatas (entre ellas las célebres BWV 140 y BWV 147), el Concierto italiano, la Obertura francesa, las Suites para violonchelo solo, las Sonatas y partitas para violín solo, los Conciertos para teclado y las Suites para orquesta.