No acepta apoyo
Escrito por admin el 5 septiembre, 2018
El gobierno de Nicolás Maduro rechazó la ayuda humanitaria propuesta por países latinoamericanos para «descomprimir» la crisis seguida de éxodo que vive Venezuela.
El encuentro regional sobre movilidad de ciudadanos venezolanos terminó el martes en Quito con una declaración firmada por 11 de los 13 países presentes. Si la ausencia del representante de República Dominicana se dio por razones de salud, Bolivia decidió no firmar tras recibir instrucciones de su gobierno central, un firme apoyo del régimen bolivariano de Nicolás Maduro.
La mayoría de los países de la región coincidieron en la necesidad de no cerrar sus puertas frente al flujo continuo de migrantes venezolanos que siguen huyendo de Venezuela.
En el documento, los países firmantes «hacen un llamado a la apertura de un mecanismo de asistencia humanitaria que permita descomprimir la crítica situación, brindando atención inmediata en origen a los ciudadanos afectados».
En su sexto punto, la declaración de Quito pide incluso a los países aceptar migrantes con documentos caducados. Recientemente, un país como el Perú solicitó la presentación de un pasaporte en regla a la frontera cuando este documento es muy difícil de obtener en Venezuela.
«Creo que mandamos un mensaje importante a los millones de venezolanos que andan recorriendo nuestro continente (…), les decimos que vamos a reconocer los documentos vencidos para efectos migratorios», señaló el director de Asuntos Consulares e Inmigración de Chile, Raúl Sanhueza.
“Hoy se solicita flexibilización aunque todo dependerá ‘del marco jurídico de cada país’, indicó Santiago Chávez, viceministro ecuatoriano de Movilidad Humana.
La declaración reitera la necesidad de intercambiar información de los migrantes venezolanos. Recientemente, Bogotá afirmó haber detectado migrantes recibiendo beneficios no solamente en Colombia sino también en Ecuador, tras pedir permisos temporales de residencia en los dos países.
Si bien la crisis afecta a toda la región, algunos países soportan más carga como Colombia, Perú y Ecuador. Para ellos, los presentes buscarán fuentes de financiamiento, con el apoyo de la Organización Internacional de Migraciones.
El cumplimiento de los compromisos adoptados será revisado durante una segunda reunión técnica diplomática que tendrá lugar en noviembre, nuevamente en Ecuador.
Mientras tanto, la declaración de los países latinoamericanos fue tachada de «vergüenza» por Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Constituyente que rige en Venezuela.
El lunes el gobierno chavista acusó a funcionarios de Naciones Unidas de justificar una «intervención internacional» mediante la exageración del número de migrantes venezolanos, que Maduro cifró por primera vez en 600.000 en los dos últimos años.
Sus datos difieren de los que maneja Naciones Unidas. Según el organismo, unos 2,3 millones de venezolanos viven en el exterior, de los cuales 1,6 millones abandonaron su país desde 2015, cuando empeoró la escasez de medicinas y alimentos en medio de una hiperinflación que pulveriza los salarios.
Caracas insiste en que no se trata de una crisis humanitaria, aun cuando sus vecinos alertan cada vez más sobre el grave coletazo externo de la situación en el país con mayores reservas de petróleo en el mundo.
El encuentro regional se desarrolló en vísperas de la sesión extraordinaria de la OEA que se llevará a cabo este miércoles en Washington, para tratar la crisis migratoria.
Eric Samson, corresponsal de RFI en Ecuador
Crédito de la foto: Reuters