Una primera reunión descrita por Vladimir Putin como un “paso importante” para una reducción de las tensiones en el este de Ucrania pero tras la cual sigue habiendo bloqueos.
El líder ruso y el ucraniano se han comprometido a propiciar un cumplimiento completo del alto el fuego en el este ucraniano, un conflicto donde ya han muerto 13.000 personas.
También habrá un canje de prisioneros de guerra antes de finales de año, pero no incluirá a los ucranianos tomados como rehenes en los territorios de Donbas controlados por Rusia.
Putin y Zelensky tienen cuatro meses para facilitar las condiciones para que pueda haber elecciones regionales en Donbás. Pero el acuerdo total está lejos todavía. Será necesaria una nueva reunión para poder aplicar dicho plan, porque Kiev exige recuperar el control de la frontera con Rusia antes de votar.
Los primeros avances se verán dentro de los próximos 30 días. Está previsto el establecimiento de nuevos puntos de paso a lo largo de la línea del frente, que se extiende sobre más de 500 kilómetros. Una medida humanitaria que aliviará las insoportables colas que aguantan los habitantes de esas zonas. También habrá retirada de tropas en tres zonas, pero eso será a partir de marzo.