Por las nubes
Escrito por admin el 14 agosto, 2018
El dólar se cambió este lunes a 30,72 pesos, una primicia. El Banco Central subió la tasa de depósitos a 45% en un intento por salvar la moneda.
El peso argentino se cambió ayer a 30, 72 pesos por un dólar, rompiendo la barrera psicológica de las 30 unidades. La moneda local acumula una pérdida cercana al 10% en apenas dos semanas, un 40% desde el inicio del año.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió también aumentar su tasa directora de 40 a 45%, un nivel que su presidente, Luis Caputo, se comprometió a mantener hasta el mes de noviembre. Se suspendió la subasta diaria de 50 millones de dólares. En paralelo el BCRA sacó al mercado 500 millones de dólares para responder a la demanda del billete verde. Caputo dijo “si nos demandan 700 millones lo licitaremos”. Analistas críticos recuerdan que tan solo en lo que va del año el drenaje de divisas del Banco Central supera los 13.000 millones de dólares.
El Presidente Mauricio Macri dijo que su país “atraviesa una tempestad”. El problema es que ésta arrancó el mes de mayo y no se ve cuándo terminará. En el origen de esta crisis están el déficit comercial del país y el fuerte endeudamiento en dólares que el gobierno Macri promovió desde que llegó al poder hace tres años.
En junio pasado, cuando la presión sobre la moneda comenzó a dispararse, Argentina tuvo que recurrir al FMI que acordó darle un préstamo por un monto de 50 mil millones de dólares, acompañado de la tradicional receta de austeridad que el organismo impone. La primera parte del préstamo fue entregada en junio. Una nueva partida debe llegar en septiembre. Una misión del FMI encargada de evaluar la situación económica llegó el lunes a Buenos Aires.
La ayuda financiera bajó la fiebre pero no ha curado la enfermedad. El incremento de la tasa de interés en Estados Unidos ha generado un efecto de aspiradora de capitales provenientes de todo el mundo, ansiosos de obtener buenas ganancias sin arriesgarse mucho. El déficit comercial del país no hace sino incrementar la presión sobre el peso. El año pasado el desequilibrio entre importaciones y exportaciones superó los 8 400 millones de dólares. La tendencia al alza sigue su camino. Como consecuencia el 30 de junio pasado el dólar se cambió a 29,80 pesos. Ayer esa la barrera se rompió.
Mantener la estabilidad del peso es esencial para el gobierno de Macri, sobre todo porque en lo que va de su presidencia los préstamos en dólares se han disparado al alza. 153 000 millones de dólares en el último bienio, según el economista e investigador del CONICET Claudio Katz. Los intereses también hay que pagarlos en dólares.
En el frente de la inflación las cosas también van mal. El incremento de precios se acerca al 30% en los últimos 12 meses, empujando a los argentinos a preferir el dólar sobre el peso. Después de un crecimiento del 2,8% el año pasado, la economía argentina se orienta a un magro 0,4% en 2018, otra variable que reforzará la presión sobre el peso. La situación internacional, marcada por la creciente presión sobre varias monedas de las llamadas economías emergentes, complica más aún el panorama.
RFI