El presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció este sábado que pidió a sus ministros poner sus cargos a disposición, con el fin de reestructurar su gabinete y enfrentar las nuevas demandas surgidas en el peor estallido social que ha vivido este país desde el retorno de la democracia en 1990.
Más de un millón de personas marcharon por las calles de Santiago de Chile el viernes 25 de octubre, además de las manifestaciones en otras ciudades del país, para protestar contra las desigualdades sociales. Tras la histórica marcha que reunió de forma pacífica al menos un millón de personas -sin distintivos políticos ni clases sociales- Piñera aseguró haber entendido el mensaje.
“Estamos en una nueva realidad, Chile es distinto al que teníamos hace una semana atrás”, aseguró el mandatario. “He pedido a todos los ministros poner sus cargos a disposición para poder estructurar un nuevo gabinete, para poder enfrentar estas nuevas demandas”, dijo Piñera en un mensaje a la nación desde el Palacio de La Moneda. Uno de los ministros más cuestionados por la opinión pública es el titular de Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick, quien también es primo hermano del mandatario.
Piñera también anunció que “si las circunstancias lo permiten”, levantará el domingo el estado de emergencia en todo el país, tras una semana de fuertes protestas iniciadas por el aumento del precio del metro y extendidas a otras demandas sociales, que incluyen un cambio en el criticado sistema privado de pensiones, creado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En medio del caos por los ataques al metro y los saqueos, el ministro chileno de Economía, Juan Andrés Fontaine, tuvo que disculparse el jueves por sus polémicas declaraciones sobre el aumento del precio del metro en Santiago. “El que madrugue será ayudado, de manera que alguien que sale más temprano y toma el metro a las siete de la mañana tiene la posibilidad de una tarifa más baja que la de hoy”, dijo Fontaine el 8 de octubre, cuando se anunció el alza de la tarifa del metro en hora punta.
Ante las fuertes protestas, Piñera prometió a media semana una batería de medidas para tratar de contener la inconformidad de la sociedad, entre ellas un aumento de 20% a las pensiones más bajas, que muchos consideraron insuficiente. En junio pasado Piñera remodeló su gabinete con el cambio de seis carteras, entre ellas la cancillería, por segunda vez en 15 meses, acosado por el desplome de su popularidad debido al deterioro de las expectativas económicas y la mala percepción de los chilenos sobre su gestión de gobierno.
Los manifestantes, que se movilizaron primero contra el aumento del precio del metro, ahora piden profundas reformas sociales, en uno de los países más desiguales del mundo, pero también el fin de la represión contra los manifestantes, que ha dejado cientos de heridos. Pero no quedaron convencidos por los anuncios hechos por el gobierno de Sebastián Piñera. El presidente de derecha, uno de los hombres más ricos de Chile, prometió aumentar la jubilación mínima en un 20%. También anuló el aumento del precio del metro y de la electricidad. Pero los manifestantes quieren un cambio mucho más profundo: por ejemplo, una reforma radical del criticado sistema de salud pública y del sistema de pensiones, privatizado en la década de 1980 bajo la dictadura del general Pinochet.
Violencia policial
Desde el inicio del movimiento, más de 500 personas han sido hospitalizadas después de haber sido heridas por armas de fuego y otras municiones. Maximiliano Leiva, estudiante y fotógrafo aficionado, constata que la violencia policial es cotidiana: “Apuntan directamente a la multitud. La gente lucha con simples ollas y cucharas de madera, pero ellos nos apuntan con sus armas y con los lanzadores de gas lacrimógeno.”
Varias personas también informaron de que habían sido torturadas por la policía o detenidas en sus casas por agentes de policía sin una orden de detención. Se espera que una delegación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos examine estas acusaciones en Chile el lunes.
“La multitudinaria, alegre y pacífica marcha hoy, donde los chilenos piden un Chile más justo y solidario, abre grandes caminos de futuro y esperanza. Todos hemos escuchado el mensaje. Todos hemos cambiado. Con unidad y ayuda de Dios, recorreremos el camino a ese Chile mejor para todos” dijo el jefe de Estado en Twitter.
Por RFI.