Sexo pop

La galería Henrique Faría crea la sorpresa presentando una serie de obras eróticas de Marta Minujín, escondida desde los 70.

Realizadas durante una estadía en Washington en 1973, las obras de la serie «Frozen Sex» representan penes y vaginas de color rosa y pastel. Para Minujín, el proceso creativo de estas obras está muy vinculado al ambiente de pudor que existía en la época : «Con la amenaza del sida, se hablaba de peste rosa, de manera muy underground, y de pronto ya nadie se quería besar ni tocarse por miedo a morirse. En ese contexto terrorífico pensé que había que dignificar los órganos sexuales, por eso me dediqué a pintarlos como si fueran retratos o naturalezas muertas».

Cita entre sus inspiraciones el ensayo de Georges Bataille El erotismo, una reflexión sobre la sexualidad y la humanidad, y La Gioconda de Leonardo Da Vinci, para el retrato y la dignificación. Cuenta que recorrió los pornoshops de Washington y se hizo amiga de una prostituta para entender.

El pop toma los objetos de consumo para mostrar tanto la belleza de su frivolidad como la brutalidad de su autenticidad. En el caso de los órganos sexuales, Minujín quiso representarlos «mágicos» y transmitir una cierta energía erótica, pero reconoce que «muy poca gente se atreve a tenerlos en el living de su casa».

La inauguración tuvo lugar primero en la galería Hard Art de Washington, en 1973, y luego en 1974 en Buenos Aires, donde el evento fue interrumpido por la policía después de un par de horas, las obras descolgadas y la galería Arte Nuevo cerrada.

Galería Henrique Faria, Libertad 1630.

Hasta el 4 de julio, de lunes a viernes de 11.30 a 19.

Entrada gratis.

Foto de tapa : J. Cabrera/Télam/LAP