Los productores exigen una regulación del mercado y, en particular, la retirada del café de la bolsa de Nueva York que regula el precio. Según los caficultores, se trata de la mayor crisis en 25 años.
Lo más devastador para los productores de café sigue siendo la disminución del precio de los cafés dulces, de los cuales Colombia es el mayor productor del mundo. Se redujo al nivel de hace 14 años.
“Producir un saco de 60 kilos de café cuesta más o menos 770.000 pesos (249 dólares). Y te lo están pagando a 660.000 pesos, pues estás perdiendo unos 100.000 pesos. Es un 25%, un 30% menos de lo que debes ganar. O sea que estamos trabajando a pérdida. Estamos en una zona en la que la mayoría de los productores somos pequeñitos, y no hay alternativa para sembrar otra cosa. Entonces nos toca vivir de lo que hemos hecho toda la vida. Hay una manipulación, hay multinacionales que comercializan el café, que compran café en diferentes países y ellos manejan el precio desde la Bolsa de Nueva York. Es el problema principal”, explica Javier Parrera, gerente de Café Don Chucho en la ciudad de Fredonia.
A pocos kilómetros del centro de la ciudad, perdida en las alturas de las colinas, se encuentra la “Chapolera”, que produce alrededor de 17.000 kilos de café al año. “La Federación Nacional de Café siempre ha tratado de plantear unos proyectos de diversificación que tampoco han sido la solución total pero se han logrado mantener. Esos pequeños productores fundamentalmente combinan con otros tipos de cultivos y logran subsistir. La situación es precaria, lamentable”, lamenta su propietario Carlos Mario Henao Montoya, quien tuvo que diversificar sus actividades y piensa que la solución pasa por una reforma agraria total en el país.
Para evitar perder más dinero con los intermediarios, Carlos se asegura de vender su producción directamente a los clientes. Establece su precio de acuerdo con la calidad del grano de café y los costos de producción, así obtiene un precio más justo que el ofrecido por el mercado nacional.
Algunos cafés, como el café Bliss en Medellín, apoyan a los productores independientes, lo que les permite sobrevivir. “Estamos trabajando solamente con café de origen, de una sola finca, una sola variedad, entonces se vuelven cafés especiales”, comenta su directora, Andrea Salazar.
Pero según la profesora de la Universidad Nacional de Medellín, Luz Dinora Vera Acevedo, la especulación en la Bolsa de Nueva York no es la única causa de la caída de los precios del café: “El otro problema es que hay mucho café en el mercado. Café de Brasil, de Vietnam… Y nosotros importamos café, entre el 30 y el 40% para producir café liofilizado, que además se exporta. Entonces hay una contradicción”.
Colombia es el tercer productor de café después de Brasil y Vietnam. Es uno de los principales productos de exportación del país, después del petróleo y los minerales.
Desde 2015, según la Organización Internacional del Café, Colombia ha producido entre el 14 y el 17% del café arábica mundial. El año pasado, el país vendió más de 15,5 millones de sacos de 60 kilos.