Himno de las máquinas en Walden Gallery

Esta tarde a las 18 inaugura la muestra Himno de las máquinas de Rodolfo Marqués en Walden Gallery (Viamonte 452). La exhibición, presentada con un texto de Alejo Ponce de León, podrá visitarse hasta el 15 de noviembre.

Un himno sin nación ejecutado por una máquina durante un suceso de tiempo indeterminado: Rodolfo Marqués (Argentina, 1982) presenta la exposición compuesta por objetos pictóricos y una instalación sonora basada en lapsos aleatorios e intuiciones mecánicas.

Himno e instrumento de interpretación se vuelven una unidad operativa también en esta muestra, una unidad impura (o demasiado pura) que al ser humano le está prohibida. Rodolfo Marqués ensaya entonces una ficción elíptica que desprecia por completo los vestigios dramáticos de presencia humana luego de algún cataclismo.

View this post on Instagram

[MUESTRAS] Himno de las máquinas | Rodolfo Marqués . Un himno sin nación ejecutado por una máquina durante un suceso de tiempo indeterminado. Rodolfo Marqués (Argentina, 1982) presenta la exposición Himno de las máquinas, compuesta por objetos pictóricos y una instalación sonora basada en lapsos aleatorios e intuiciones mecánicas. . Texto: Alejo Ponce de León Inauguración: Jueves 17 de octubre, 18:00-21:00 hs Del 17 de octubre al 15 de noviembre de 2019 . Acompaña: @animalorganic /// [EXHIBITIONS] Machines' Anthem | Rodolfo Marqués . An anthem of no nation played by a machine for an unknown period of time. Rodolfo Marqués (Argentina, 1982) presents the exhibition Machines' Anthem, comprised by pictorial objects and a sound installation based on random intervals and mechanic intuitions. . Text: Alejo Ponce de León Opening: Thursday October 17, 18:00 – 21:00hs On view through November 15, 2019 . . . #waldengallery #rodolfomarqués #himnodelasmáquinas #machinesanthem #alejoponcedeleon

A post shared by waldengallery (@waldengallery) on Oct 15, 2019 at 10:02am PDT

El mundo que construye es uno donde la necesidad por representar se ha disuelto y la compulsión por archivar encontró su límite final. Las máquinas entonces retoman el curso suspendido de las prácticas artísticas y se atreven a reproducirlas como una especie de broma o como un intento tímido por ingresar al terreno de la “desoptimización”, una voluntad experimental de autodesarrollo sensible que las lleva a plantear sistemas imperfectos y de mestizaje temporal.

Por eso los tubos cruzan el espacio como tendones desprolijos; por eso conviven guiños al estilo románico con una partitura estocástica y un material sonoro impredecible; por eso la perspectiva de cada viñeta se deforma en planos ópticos superpuestos. No son restos materiales de la humanidad después de su desaparición sino imitaciones de los restos; el zumbido residual de un total cultural colapsado que se reorganiza intentando reproducir las formas de lo sagrado.