Condena ejemplar
Escrito por Jorge Cabrera el 30 marzo, 2019
El caso del exsacerdote Fernando Karadima sacó a la luz la cultura de abusos del clero en Chile. Este 27 de marzo, la Corte de Apelaciones de Santiago acogió la demanda civil en contra de la Iglesia católica y le ordenó pagar 100 millones de pesos (unos 145.000 dólares) al médico James Hamilton, el filósofo José Andrés Murillo y el periodista Juan Carlos Cruz.
Este fallo, unánime, marca según las víctimas un precedente para futuras demandas indemnizatorias. El documento revoca una sentencia de 2017 y «declara procedente la acción indemnizatoria» por concepto de «daño moral» contra los tres demandantes, hoy convertidos en los principales rostros de la defensa de las víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia chilena.
En entrevista con RFI, James Hamilton dijo sentir «mucha alegría, mucha felicidad»: «Aunque Ud. no lo crea, poco nos importan los montos. Podrían haber sido mil pesos, que sería un euro, la verdad es que lo que nos importa es que de manera unánime tres jueces de la República de Chile dejan establecido que la Iglesia es garante y responsable por sus miembros y la iglesia debe responder. En este caso la Iglesia no sólo está respondiendo por los abusos que cometió un sacerdote particular, la Iglesia está respondiendo por encubrimiento civil de los sacerdotes y por haber permitido que estos abusos pudieran seguir ocurriendo. Eso es único en el mundo, somos pioneros en el mundo, los tribunales chilenos le dicen al mundo que la Iglesia es responsable de lo que realizan y cometen sus clérigos», subraya el médico.
Para nosotros ahora viene una etapa de reconstrucción, ha sido un largo trabajo y camino tratar de reconstruirnos como persona, como familia, como comunidad. Ahora viene una etapa en la que vamos a tratar de contribuir a la reconstrucción nacional, de tantas personas abusadas, de una cultura de abuso, como dijo el papa, que permea todo, permea a los grupos militares, a los grandes empresarios, a los políticos. El abuso en Chile se transformó en una norma que como país católico seguía de alguna manera sutilmente las políticas de abuso de la Iglesia. Hoy eso se acabó», sentencia Hamilton.
La sentencia judicial considera que la Iglesia fue negligente al no investigar las denuncias de abusos expresadas por las tres víctimas de Karadima, y acusa a la Iglesia de no haber observado o ejercido correctamente su deber de vigilancia sobre el exsacerdote.
Fernando Karadima, un religioso antiguamente influyente y formador de varios obispos, fue condenado en 2011 por el Vaticano por abuso sexual a menores y relegado a una vida de oración y penitencia, pero no fue expulsado del sacerdocio hasta el año pasado, cuando el papa Francisco anunció su dimisión en línea con su promesa de «tolerancia cero» a los abusos.
En paralelo a la justicia canónica, que ha expulsado a varios obispos y sacerdotes en el último año, los tribunales chilenos mantienen abiertos 158 casos en contra de religiosos o laicos que desarrollan funciones en la Iglesia.
Con RFI