Batalla ganada
Escrito por Jorge Cabrera el 26 marzo, 2019
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza armada liderada por kurdos y apoyada por el Ejército de Estados Unidos, anunciaron la derrota territorial del autoproclamado “califato” del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria.
“Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) declaran la total eliminación del autoproclamado califato y la derrota territorial del Estado Islámico (EI) al 100 %. En este día único, conmemoramos a miles de mártires cuyos esfuerzos hicieron posible esta victoria”. Con estas palabras, Mustafa Bali, miembro de las FSD, anunció en su cuenta de Twitter la derrota del EI este sábado 23 de marzo.
El anuncio se produjo horas después de que la Casa Blanca proclamara la victoria contra el EI, a pesar de que todavía proseguían los combates en Baghuz, última localidad que ha estado en manos del EI, situada a pocos kilómetros de la frontera de Siria con Irak.
En la noche del viernes, los aviones de la coalición internacional también bombardearon las últimas posiciones donde resistían los yihadistas en la zona rural de Baghuz. Y este sábado, una gran bandera amarilla de las FDS fue izada sobre uno de los edificios tras ser retirada la enseña negra del EI.
Las FDS, un grupo de milicias lideradas por kurdos y también integrada por árabes, han expulsado al EI de la mayoría del noreste de Siria, incluida Raqa, la capital de facto del “califato”, que fue conquistada en octubre de 2017 después de cuatro meses de combates.
Una batalla ganada, pero no la guerra frente al Estado Islámico
A pesar de la caída de Baghuz, el EI todavía tiene presencia “residual” en vastas regiones de Irak y en zonas desérticas de Siria, según un mapa mostrado en público esta semana por el presidente estadounidense, Donald Trump, elaborado por una agencia de inteligencia estadounidense.
Algunos de sus combatientes aún resisten en el remoto desierto central de Siria y en las ciudades iraquíes, por donde se han deslizado en las sombras, organizando repentinos tiroteos o secuestros y esperando una oportunidad para volver a levantarse.
Estados Unidos cree que el líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi, está en Irak. Un poco más lejos, los yihadistas en Afganistán, Nigeria y otros lugares no han mostrado signos de retractarse de su lealtad al EI, y los servicios de inteligencia dicen que sus devotos en Occidente podrían planear nuevos ataques.
Sin embargo, la caída de Baguz es un gran hito en la lucha contra el grupo yihadista, librada por numerosas fuerzas locales e internacionales durante más de cuatro años.
También significa un punto importante dentro de los ocho años de guerra en Siria, pues elimina del territorio a uno de los principales contendientes, con el resto dividido entre el presidente Bashar al Ásad, los rebeldes respaldados por Turquía y las FDS lideradas por los kurdos.
Ásad y sus aliados iraníes han jurado recuperar a toda Siria, y Turquía ha amenazado con expulsar por la fuerza a la FDS, a las que ve como un grupo terrorista. Sin embargo, la presencia permanente de tropas estadounidenses en el noreste de Siria podría evitar esto.
Con RFI