Adiós a Horace Lannes, adiós a la «época de oro», por Pablo De Vita
Escrito por Pablo De Vita el 28 enero, 2025
La noticia se dio a conocer de la mano de su entrañable amiga, la fundamental Mercedes Carreras, en las últimas horas del jueves 23 de enero y a los 93 años fallecía Horace Lannes, aquel diseñador de vestuario que se forjó en la época de oro del cine argentino y fue bautizado: “el diseñador de las estrellas”, porque difícilmente otro vestuarista haya conseguido engalanar con sus diseños a tantos rostros del espectáculo argentino como él. Desde Libertad Lamarque a Tita Merello, pasando por Mecha Ortiz, Niní Marshall, Zully Moreno, Isabel Sarli, Graciela Borges, Susana Giménez y Mirtha Legrand. Medio siglo del espectáculo argentino contó con su sofisticada elegancia para vestir a los más grandes nombres de nuestra escena.
Horacio Previde Longe-Lannes habia nacido en Buenos Aires el 14 de Septiembre de 1931 y desde su infancia en el barrio de Flores el cine era una cotidiana obsesión que alternaba con sus estudios de bachillerato, idiomas e historia del arte para luego cursar estudios en la Facultad de Filosofìa y Letras de la UBA e incorporarse a la carrera diplomática aunque, en paralelo, el dibujo y los diseños eran un pasatiempo que cobraba cada vez más fuerza. Así fue que en 1951, a los veinte años, fue jefe de la sección Modas del diario Democracia. Un año más tarde, su encuentro con el realizador Ernesto Arancibia será determinante para su futuro y, si se quiere, en buena medida para la imagen del cine argentino. Su primer labor en la pantalla, que ganó por concurso, vistiendo a Zully Moreno en La mujer de las camelias dirigida por Arancibia demostraron su precoz talento y refinamiento para el diseño de vestuario.
Horace Lannes y Libertad Lamarque
Trabajé en la época del blanco y negro (26 películas) y del color (80 películas), el Alexscope, los “encuadres” cinematográficos, siempre apoyado por los grandes directores, superproducciones y artistas de la iluminación: los directores de fotografía que resaltaban la belleza de nuestras estrellas, como también los decorados y nuestros vestuarios”, escribía Lannes en su estudio sobre la evolución del vestuario en el cine argentino Moda y vestuario en el cine argentino. Consideraba que en el cine el vestuario es determinante para complementar la psicología del personaje. En 1957, con Fantoche, que protagonizaron Luis Sandrini y Beatriz Taibo, concretó su primera labor para el cine en colores. La lista de nombres es interminable e hilvana títulos de nuestra pantalla de todas las épocas: Zully Moreno (El barro humano); Elsa Daniel (La novia); Carmen Sevilla (El secreto de Mónica); Viveca Lindfors (No exit, a puerta cerrada); Bárbara Mujica (Los guerrilleros); Mercedes Carreras (¡Esto es alegría!, Aquellos años locos, Las procesadas); Evangelina Salazar (Operación San Antonio); Marcela López Rey (Humo de Marihuana); Olga Zubarry (Corazón contento); Libertad Leblanc (Deliciosamente amoral); Tita Merello (La madre María); Mecha Ortiz (Los muchachos de antes no usaban arsénico); Mirtha Legrand (Sábado a la noche, cine), y muchas otras en sus 106 trabajos para el cine. Su labor para ese notable creador de lo popular como fue Enrique Carreras también fue la síntesis perfecta del realizador que lo convocó para 45 películas y con quien pudo, de la mano del cine de reconstrucción histórica, dar muestras de su refinado talento en una lista que también encuentra los nombres de Luis César Amadori, Lucas Demare, Hugo del Carril, Fernando Ayala, Mario Soffici, José María Forqué, Dino Risi, René Mugica, José Martínez Suárez, Pino Solanas y Héctor Olivera, entre otros.Si bien su retiro del cine fue con Cargo de conciencia (2005) de Emilio Vieyra, su última labor de relevancia fue el vestuario para una época que conocía muy bien en Ay, Juancito (2004), de Héctor Olivera. Ese trabajo, en donde colaboró no sólo en reconstruir el vestuario social de aquél primer peronismo sino también la magnificencia de las grandes estrellas de la época de oro recreada por la lente de Olivera y que ambos conocieron en sus años mozos deambulando en los grandes estudios, le permitió ganar el Premio Cóndor de Plata al Mejor Vestuario y además instituir a Aries Cinematográfica como la productora local para la cual más veces trabajó.
Sus figurines engalanan la exposición permanente del Museo del Cine, al que legó una importante parte de su obra que también fue exhibida en el Museo de Arte Decorativo, el Museo del Traje, el Palais de Glace y la Casa del Bicentenario entre muchos otros donde se mostraron los vestuarios y diseños que hilvanaron su fama. Hace dos años, la Casa del Teatro realizó un desfile en homenaje a su enorme trayectoria.
Para Horace Lannes, la fascinación estaba en la pantalla grande, pero el refinamiento en todo momento y es por eso que era habitual verlo impecablemente vestido en cada presentación, estreno o retrospectiva que le permitiera un reencuentro con amigos o hilvanar momentos fantásticos desde la memoria. Una memoria del cine que pierde a un entrañable conversador y, sobre todo un memorioso increible de su trabajo, hasta sus últimos días podía dar testimonio de como había vestido a cada una de las figuras con las que cinceló también su legado y su leyenda.
Aquí el programa que le dedicó el canal Cine.Ar