6 de noviembre
Escrito por Jorge Cabrera el 6 noviembre, 2019
Juana Manuela Gorriti Zuviria murió en Buenos Aires el 6 de noviembre de 1892. La escritora salteña fue la primera novelista argentina y también se ha hecho célebre por las peripecias de su vida y por haber tenido como notoria afición la de ser cocinera.
La Revista de Lima publicó por entregas en 1845 la novela juvenil La quena, cuyo argumento es una historia de amor entre una princesa de los incas y un español, que Juana Manuela pudo haber escrito cuando tenía dieciocho años, siendo la primera de una serie de publicaciones de variadas temáticas que escribiría y publicaría en forma sucesiva.
En 1848 publicó el relato La quena, obra que marcó el inicio de la novela en Argentina. A esta publicación le siguieron una extensa serie de títulos como Sueños y realidades en 1865, Don Dionisio Puch y El Pozo del Yocci en 1869, Panoramas de la vida en 1876, dos años después Misceláneas, en 1892 escribió tres libros, La tierra natal, Perfiles y Veladas literarias de Lima. Gorriti va perfeccionando su escritura a medida que va desarrollando su vida, centrándose en la región andina de Argentina, Boliva y Perú. En sus textos se puede analizar como se construyó un espacio femenino dentro de la cultura de cada país además de otros aspectos culturales.
Cuando escribió Sueños y realidades debió hacerlo tres veces porque el manuscrito original se perdió en el viaje hacia Buenos Aires. Es considerada una autora argentina a pesar de haber vivido mucho tiempo en el extranjero.
En el relato Misceláneas describió sus días de casada, su vida en Bolivia donde los soldados y sus compañeras se divertían de diferentes formas: fiestas, apuestas, charadas y juegos.
Juana Manuela Gorriti se ha hecho célebre no solo por su vida llena de vicisitudes y por su innegable valor como literata, y por ser en su madurez una política progresista sino por su interesante libro de arte culinaria llamado La cocina ecléctica, el cual, además del valor gastronómico, tiene un gran valor documental, ya que aporta muchas recetas folclóricas argentinas, de otros países latinoamericanos e incluso cocina europea de su época. Numerosas escuelas de Argentina llevan su epónimo, como la Escuela Nº 2 en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Villa Urquiza.