30 de octubre
Escrito por Jorge Cabrera el 30 octubre, 2019
Diez años sin Claude Lévi-Strauss. El 30 de octubre de 2009 murió en París el antropólogo, filósofo y etnólogo francés, una de las grandes figuras de su disciplina en la segunda mitad del siglo XX.
Al introducir el enfoque estructuralista en las ciencias sociales, fue de hecho el fundador de la antropología estructural, método basado en la lingüística homónima creada por Saussure y desarrollada por el formalismo ruso. Dado el peso de su obra, dentro y fuera de la antropología, fue uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX.
Junto con André Martinet, Roman Jakobson y Morris Swadesh fue uno de los fundadores de la Asociación Internacional de Lingüística.
Las teorías de Lévi-Strauss se exponen en Antropología estructural (1958) y en su continuación, así como al hilo de sus discusiones concretas. En sus obras, influido por Durkheim y el sobrino de éste, Mauss, preconiza la aplicación del método estructural de las ciencias humanas. Asevera que un auténtico análisis científico debe ser explicativo.
Lévi-Strauss ha gozado de un lugar preeminente entre los investigadores que afirman que las diferentes culturas de los seres humanos, sus conductas, esquemas lingüísticos y mitos revelan la existencia de patrones comunes a toda la vida humana. Gracias a él, hoy se tiende a rechazar los enfoques etnocentristas en la investigación etnológica humana a favor de los estudios orientados a comparar las tecnologías de los pueblos otrora primitivos en oposición a Occidente; se valorarían sus clasificaciones de la naturaleza o el diagnóstico de enfermedades, por ejemplo.
Entre las críticas que ha tenido se destacan las de Sartre quien considera existe un salto cualitativo en el pensamiento «civilizado»; la de Marvin Harris, quien considera una simplificación la división de oposiciones binarias que hace Claude Lévi-Strauss —quien tiende a dividir los procesos psíquicos y culturales en subestructura y superestructura, mientras que Harris reconoce un nivel intermedio de estructura—; o la que hace Umberto Eco —particularmente en La estructura ausente—, donde observa que el estructuralismo de Lévi-Strauss parece por deducción o por inducción llevar a una postura casi metafísica: la de una estructura de las estructuras.
Desde una perspectiva antropológica más honda Jack Goody escribió sobre el problema de resaltar lo neolítico en El pensamiento salvaje, a su juicio, en detrimento de todo el desarrollo inicial de los humanos.