30 de septiembre
Escrito por Jorge Cabrera el 30 septiembre, 2019
James Dean murió el 30 de septiembre de 1955, a los 24, tras un accidente de tránsito en la ruta de Cholame, California.
Después de realizar papeles menores en programas de televisión y obras de teatro durante comienzos de la década de 1950, el se mudó a Los Ángeles donde triunfó en Hollywood.
Dean es un icono cultural de desilusión adolescente, tal como se expresa en el título de su película más célebre: Rebelde sin causa (1955), en la que interpretó el papel del problemático adolescente de Los Ángeles, Jim Stark.
Los otros papeles que definieron su estrellato fueron el del solitario Cal Trask en East of Eden (1954) y el del peón Jett Rink en Gigante (1955). Su duradera fama y popularidad se basan en sus actuaciones en estas tres películas, donde en cada una de ellas encarnó a su protagonista.
Su muerte prematura en un accidente automovilístico cimentó su estatus de leyenda. Fue el primer actor en recibir una nominación póstuma al Óscar como mejor actor y aún se mantiene como el único actor que ha tenido dos nominaciones póstumas. En 1999, el American Film Institute lo colocó en el 18.º puesto como mejor estrella de cine masculina en su lista AFI’s 100 años… 100 estrellas.