30 de mayo
Escrito por Jorge Cabrera el 30 mayo, 2019
Hace sesenta años, el 30 de mayo de 1959, murió a los 61 Raúl Scalabrini Ortiz. El correntino fue un pensador, historiador, filósofo, periodista, escritor, ensayista y poeta, agrimensor e ingeniero de profesión. Fue amigo de Arturo Jauretche y Homero Manzi, con quienes formó parte de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina). Adhirió a la corriente revisionista de la historiografía argentina.
Formó parte, junto con otros intelectuales, de la revolución radical yrigoyenista de enero de 1933, dirigida por el teniente coronel Gregorio Pomar. Después de la derrota, Scalabrini fue desterrado a Europa. Desde allá, aclaró aún más su visión sobre el grado de sometimiento de Argentina a Gran Bretaña, al descubrir que los diarios en Italia y Alemania se referían a la Argentina como una colonia del Imperio británico.
En 1934, con 36 años, regresó a la Argentina, y se aproximó a la FORJA de Arturo Jauretche (32), Gabriel del Mazo (35), el militar Luis Dellepiane (68), Homero Manzi (26), Darío Alessandro y otros, aunque mantuvo su independencia (se afiliará recién en 1940, cuando la agrupación se separó del Partido Radical). Como parte de su acción dentro del movimiento escribirá y publicará numerosos estudios en los Cuadernos de FORJA.
Dio numerosas conferencias sobre temas relacionados con la dependencia argentina y sobre cómo se mueven los hilos del poder económico del país. Su tema principal serán los ferrocarriles ingleses, los que considera claves para el funcionamiento colonial. En 1940 publicó dos libros: Política británica en el Río de la Plata e Historia de los ferrocarriles argentinos.
En 1943, por diferencias con las posturas respecto de la revolución del 4 de junio del GOU (Grupo Oficiales Unidos) renunció a la FORJA, que había apoyado el levantamiento. Scalabrini Ortiz acompañó el inicio y el ascenso del peronismo en esos tiempos, incluso llegó a presentarle a Juan Domingo Perón varios trabajos sobre la nacionalización del ferrocarril aunque nunca aceptó cargos del Gobierno y siempre se mantuvo alejado y crítico del partido.
Estuvo en contra del derrocamiento de Perón en 1955 y fue un ferviente opositor de la Revolución Libertadora, en la que veía el retorno al poder de las oligarquías que se beneficiaban de la dependencia económica de la Argentina. Desde la revista Qué! criticó las medidas del gobierno que consideraba un retroceso.
Un decreto dictado el 31 de mayo de 1974 por el gobierno de Juan Domingo Perón, cambió el nombre de la calle Canning por el de Scalabrini Ortiz, en tributo al periodista, escritor y ensayista. En 1976, tras la instauración de la dictadura militar, la calle volvió a llamarse Canning, hasta que fue restituido su nombre actual, Raúl Scalabrini Ortiz, en 1985, tras el regreso de la democracia.