11 de septiembre
Publicado el 11 septiembre, 2019
Domingo Faustino Sarmiento murió el 11 de septiembre de 1888, a los 77, en Asunción del Paraguay. Fue político, escritor, docente, periodista, militar y estadista; gobernador de la provincia de San Juan entre 1862 y 1864, presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874, senador nacional por su provincia entre 1874 y 1879 y ministro del Interior en 1879.
Considerado como uno de los grandes prosistas castellanos, es destacado tanto por su labor en la educación pública como en su contribución al progreso científico y cultural del país. Su escritura abarcó una amplia gama de géneros y temas, desde periodismo hasta autobiografía, filosofía política e historia. Fue miembro de un grupo de intelectuales, conocido como la Generación del 37, que tuvo una gran influencia en la Argentina del siglo XIX. Estaba particularmente preocupado por los problemas educativos y también fue una influencia importante en la literatura de la región.
Sarmiento creció en una familia pobre pero políticamente activa que allanó el camino para gran parte de sus logros futuros. Entre 1843 y 1850 estuvo frecuentemente en el exilio, y escribió tanto en Chile como en Argentina. Su mayor logro literario fue Facundo, una crítica a Juan Manuel de Rosas, que Sarmiento escribió mientras trabajaba para el periódico El Progreso durante su exilio en Chile.
Mientras fue presidente de Argentina desde 1868 hasta 1874, Sarmiento defendió la educación pública para niños y mujeres. También aprovechó la oportunidad para modernizar y desarrollar sistemas de trenes, un sistema postal y un sistema educativo integral. Pasó muchos años en funciones ministeriales a nivel federal y estatal, donde viajó al extranjero y examinó otros sistemas educativos.
En 1887, ya anciano y con su salud deteriorada por la sordera y una insuficiencia cardiovascular y bronquial, los médicos de Sarmiento le aconsejaron alejarse de Buenos Aires para evitar el frío invierno de la ciudad. A comienzos de 1888 se embarcó con su hija Faustina y sus nietos para Asunción.
Sarmiento falleció en la capital paraguaya por una insuficiencia cardíaca y sus restos fueron inhumados en el Cementerio de la Recoleta en Buenos Aires diez días después. Ante su tumba, Carlos Pellegrini sintetizó el juicio general: “Fue el cerebro más poderoso que haya producido la América”. En homenaje al fallecimiento de, considerado el “padre del aula”, se considera el 11 de septiembre como Día del Maestro.