11 de mayo
Escrito por Jorge Cabrera el 11 mayo, 2019
Hace 45 años, el 11 de mayo de 1974, fue asesinado el Padre Mugica a los 43 Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe fue un sacerdote y profesor argentino vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y a las luchas populares de la Argentina de las décadas de 1960 y 1970.
El apostolado de Mugica se caracterizó por su «opción preferencial por los pobres», principio fundamental de la Teología del pueblo. La mayor parte de su labor comunitaria tuvo lugar en la Villa 31 de Retiro, donde fundó la parroquia Cristo Obrero, siendo uno de los fundadores del movimiento conocido como curas villeros.
Carlos Mugica murió asesinado a balazos, después de celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano, en Villa Luro. Fue emboscado cuando se disponía a subir a su Renault 4 azul estacionado en la puerta de la iglesia. Mugica estaba acompañado de su amigo Ricardo Rubens Capelli. Fueron atacados con armas de fuego por varios hombres, entre los que la investigación judicial identificaría a Eduardo Almirón como autor inmediato. Mugica recibió 14 balazos de frente, mientras que Capelli recibió 4. Fueron trasladados al hospital Juan F. Salaberry donde fueron operados por el doctor Marcelo Larcade, quien contó que Mugica insistió en que primero fuera atendido su amigo.La operación de Mugica duró dos horas, pero por la gravedad y cantidad de las heridas sus posibilidades de sobrevivir eran muy pocas y murió en el quirófano.
Capelli fue trasladado al Rawson donde recibió la visita de Jorge Conti, yerno de José López Rega, acto que tomó como una amenaza de muerte. A partir de ese momento Capelli fue perseguido, amenazado e incluso mantenido como detenido-desaparecido en 1978. Capelli identificó a Almirón, a quien conocía del Ministerio de Bienestar Social, como uno de los asesinos. Entre 2012 y 2016 la justicia estableció que fue asesinado por la organización parapolicial Triple A.
En 1999 los restos de Carlos Mugica se trasladaron desde el cementerio de la Recoleta hasta la parroquia Cristo Obrero de la Villa 31 de Retiro, donde descansan actualmente. El traslado hasta ese sitio había sido sugerido por el Equipo de Sacerdotes para las Villas de la Arquidiócesis de Buenos Aires, y fue encabezado por el entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio. Carlos Mugica es considerado por sus seguidores como un ejemplo de coherencia entre las ideas y la acción, y de fortaleza de fe, la cual trabajaba en forma constante, instando a quienes le rodeaban a no claudicar e insistir en la oración y la entrega a Dios.